Vaticano

La pregunta del papa Francisco en el ángelus: “¿Guardo mi vida solo para mí o la doy como Jesús?”

  • El Pontífice ha compartido con los fieles congregados en la plaza de San Pedro su reflexión sobre el Corpus Christiç
  • “Apelo a la sabiduría de los gobernantes para que cese la escalada y se haga todo lo posible en el diálogo y la negociación”, ha deseado en relación al posible alto el fuego en Gaza





“¿Guardo mi vida solo para mí o la doy como Jesús? ¿Me gasto por los demás o me encierro en mi pequeño yo? Y, en las situaciones cotidianas, ¿sé compartir o busco siempre mi propio interés?”. A estas tres preguntas ha invitado hoy el papa Francisco a responder a los fieles congregados en la plaza de San Pedro.



En la solemnidad del Corpus Christi, el Pontífice ha recordado que hoy “el Evangelio de la liturgia nos habla de la última Cena de Jesús (Mc 14, 12-26), durante la cual Él realiza un gesto de entrega: de hecho, en el pan partido y en el cáliz ofrecido a los discípulos, es Él mismo quien se entrega por toda la humanidad y se ofrece por la vida del mundo”.

“En este gesto de Jesús al partir el pan -ha continuado-, hay un aspecto importante que el Evangelio subraya con las palabras ‘se lo dio’ (v. 22). Fijemos estas palabras en nuestro corazón: se lo dio. En efecto, la Eucaristía recuerda ante todo la dimensión del don. Jesús toma el pan no para consumirlo solo, sino para partirlo y darlo a los discípulos, revelando así su identidad y su misión. No retuvo para sí la vida, sino que nos la dio; no consideró su ser de Dios como un tesoro celoso, sino que se despojó de su gloria para compartir nuestra humanidad y hacernos entrar en la vida eterna (cf. Flp 2, 1-11). Jesús hizo donación de toda su vida”.

Según sus palabras, “celebrar la Eucaristía y comer este Pan, como hacemos especialmente los domingos, no es un acto de culto desvinculado de la vida o un mero momento de consuelo personal; debemos recordar siempre que Jesús tomó el pan, lo partió y se lo dio y, por tanto, la comunión con Él nos hace capaces de convertirnos también en pan partido para los demás, de compartir lo que somos y lo que tenemos”.

“Ser eucarísticos”

Para Jorge Mario Bergoglio, “estamos llamados a convertirnos en lo que comemos, a ser ‘eucarísticos’, es decir, personas que ya no viven para sí mismas (cf. Rm 14,7), en la lógica de la posesión y del consumo, sino que saben hacer de su vida un don para los demás”.

Así, “gracias a la Eucaristía, nos convertimos en profetas y constructores de un mundo nuevo: cuando superamos el egoísmo y nos abrimos al amor, cuando cultivamos los lazos de fraternidad, cuando compartimos los sufrimientos de nuestros hermanos y compartimos nuestro pan y nuestros recursos con los necesitados, cuando ponemos nuestros talentos a disposición de todos, entonces partimos el pan de nuestra vida como Jesús”.

Antes de concluir, Francisco ha pedido a la Virgen María, “que acogió a Jesús, Pan bajado del Cielo, y se entregó enteramente con Él”, que “nos ayude también a nosotros a convertirnos en don de amor, unidos a Jesús en la Eucaristía”.

Oraciones por la paz

Al fin de la oración mariana, el Papa ha invitado a los fieles a “rezar por Sudán, donde la guerra que dura más de un año aún no encuentra una solución de paz. ¡Qué cesen las armas! Y que se lleve ayuda a la población y a tantos refugiados sudaneses, para que encuentren acogida y protección en los países vecinos”.

Asimismo, ha pedido no olvidar a “la martirizada Ucrania, a Palestina e Israel y a Myanmar”.  El documento de negociación incluye un alto el fuego en Gaza y la liberación de rehenes y detenidos. “Apelo a la sabiduría de los gobernantes para que cese la escalada y se haga todo lo posible en el diálogo y la negociación”, ha señalado el Pontífice tras el rezo del ángelus de este domingo.

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Alicia Ruiz López de Soria, ODN







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