“En lugar de rechazar y reprimir a quienes se desplazan, deberíamos prestar atención a los factores de expulsión”, afirma el prefecto del Dicasterio para el Desarrollo Humano Integral
“Sería útil que los europeos recordaran sus raíces migratorias: el género humano no nació aquí. Muchas personas en Europa son personas en movimiento”. Así ha instado el cardenal prefecto del Dicasterio para el Desarrollo Humano Integral, Michael Czerny, a los europeos a pensar en los migrantes antes de acudir a las urnas a votar en las próximas elecciones europeas.
Su intervención, que ha tenido lugar durante la rueda de prensa de presentación del Mensaje del papa Francisco para la próxima Jornada Mundial del Migrante y del Refugiado, se ha centrado en el hecho de que “hoy, en lugar de rechazar y reprimir a quienes se desplazan, deberíamos prestar atención a los factores de expulsión y atracción que subyacen a la migración forzada”.
“Nosotros también, si experimentáramos presiones similares, huiríamos. Entonces, tratemos de ver a los migrantes como hermanos y hermanas, ya sea que se vean obligados a huir o atrapados en la frontera, o ambas cosas”, ha aseverado Czerny. “Sus viajes de desesperación y esperanza podrían ser los nuestros. Además, como declara el Papa Francisco en su oración final, está mal volverse egoístamente posesivo con el rincón de morada terrenal temporal que Dios nos ha dado”.
El mensaje del Papa de este año, ha subrayado el purpurado, “explica que el Señor está presente en su pueblo y en cada persona vulnerable en el camino que llama a la puerta de nuestro corazón y espera encontrarnos, encontrar a Dios en nosotros”. “El Santo Padre nos invita a leer las migraciones, a menudo forzadas, de muchos hermanos y hermanas como un verdadero signo de los tiempos, un icono de la Iglesia peregrina hacia la patria eterna”, ha concluido.