Las entidades de vida consagrada que forman la CONFER han animado al Gobierno, por medio de un comunicado, a “replantearse” un nuevo modelo de acogida de migrantes. “Tanto las organizaciones que están dentro del Sistema Estatal de Acogida como las que no, han demostrado una gran capacidad de movilización de personas y recursos para responder a una crisis humanitaria que seguirá ocurriendo hasta que se promueva un modelo de acogida integral y humano”, señala la CONFER.
- WHATSAPP: Sigue nuestro canal para recibir gratis la mejor información
- PODCAST: Los niños, los otros revolucionarios
- Regístrate en el boletín gratuito
“Nos preocupa profundamente que el modelo de acogida promovido por el Ministerio de Inclusión, Seguridad Social y Migraciones, probablemente siguiendo las pautas de la Unión Europea, no esté centrado en la atención integral de las personas ni en el bien común”, apuntan los religiosos españoles. Por lo tanto, “nos posicionamos a favor de replantear este modelo”.
En este sentido, subrayan que es “fundamental” que las autoridades competentes “presten atención a las necesidades reales expresadas por las personas migradas y refugiadas, por medio de las distintas vías de acceso al territorio español, como las que ya están en proceso de acogida y protección internacional”. “Su experiencia y conocimiento directo de la situación son invaluables para diseñar políticas migratorias efectivas y humanizadoras”, apuntan.
Solidaridad entre comunidades
Asimismo, animan a llevar a cabo un plan de acogida que vaya “más allá de lo básico”, ya que “limitar la asistencia a techo, ropa y comida por un mes es insuficiente e inhumano. Se requieren programas de acogida integral que brinden apoyo psicológico, social y jurídico durante el tiempo necesario para su inclusión”.
Además, apuntan “la fragmentación de competencias en materia de migración entre diferentes ministerios y administraciones genera descoordinación e ineficiencia. Es necesario establecer mecanismos de coordinación más robustos para garantizar una respuesta integral y coherente”. Del mismo modo, animan a que se “incentive la solidaridad entre comunidades autónomas para el traslado de menores y jóvenes migrantes, aliviando la carga sobre las regiones más afectadas y garantizando una distribución justa de la responsabilidad”.
Respeto a los protocolos de protección internacional, la CONFER señala que “las autoridades deben garantizar el estricto cumplimiento de los protocolos de solicitud de protección en frontera, asegurando un trato digno y acceso a la información y asistencia legal necesaria para cada caso”.
“La convivencia de menores con adultos en centros de acogida expone a los niños, niñas y adolescentes a graves riesgos”, advierten. Por ello, “se deben implementar medidas urgentes para garantizar su seguridad y bienestar, incluyendo la separación por grupos de edad y la presencia constante de personal cualificado”.
Revictimización
La Confer pide, asimismo, evitar la revictimización: “Dejar a las personas refugiadas en situación de calle tras un mes de acogida las expone a la revictimización y a un incremento en su vulnerabilidad. Se requieren alternativas habitacionales seguras y acompañamiento social para facilitar su inclusión social y laboral”.
Es necesario, en definitiva, “priorizar la justicia y la humanidad: Las decisiones políticas relacionadas con la migración y el refugio deben estar guiadas por principios de justicia y humanidad, anteponiendo el bienestar de las personas a intereses electorales o agendas políticas”.
“Es imperativo que el gobierno español y las administraciones públicas tomen medidas urgentes para abordar las deficiencias en la atención a las personas migradas y refugiadas”, subraya la Confer. “Se requiere un cambio de enfoque basado en la dignidad de las personas, que priorice la escucha activa, la acogida integral, la protección de los más vulnerables y la construcción de políticas migratorias justas y humanas, tomando en cuenta que la sociedad civil también tiene un papel crucial en la defensa de los derechos de las personas migradas y refugiadas, para su inclusión en la sociedad y en la exigencia de una respuesta digna por parte de las autoridades”.
“Solo a través de un compromiso conjunto con la justicia, la solidaridad y la humanidad podremos garantizar una acogida digna y un futuro esperanzador para las personas migradas y refugiadas en España”, concluyen los religiosos.