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Cáritas Argentina presenta el crítico panorama de crisis que se vive en el país

La entidad eclesial y el Observatorio de Deuda Social (UCA) radiografían el escenario social





A días de la colecta anual, Cáritas Argentina y el Observatorio de la Deuda Social Argentina (ODSA) de la Universidad Católica Argentina presentaron el informe Radiografía de la pobreza en Argentina: realidad social y solidaridad que es esperanza.



El panel estuvo integrado por Carlos Tissera, obispo de Quilmes y presidente de Cáritas Argentina; Eduardo Donza, investigador y Coordinador de Desarrollo de Datos, especialista en Trabajo y Desigualdad del Observatorio de la Deuda Social Argentina de la UCA; Sofía Zadara, licenciada en Trabajo Social, Directora Ejecutiva de Cáritas Argentina y Karen Burgos, Trabajadora Social que trabaja en los Centros Comunitarios de Itatí, Solano y Quilmes.

“Cáritas es como la sangre”

Carlos Tissera destacó la importancia de esta colecta anual para sostener los proyectos de Cáritas, presentes en 3500 centros de todo el país. “Cáritas es como la sangre, que es la primera en acudir a la herida”. Donde sufrimiento o dolor, hay algún servidor de Cáritas (voluntario, catequista, sacerdote) para escuchar o brindar todo lo que necesita un ser humano para sentirse ser humano. Cáritas no sólo es la ayuda alimentaria: el pobre es un ser humano con su dignidad, y pretenden mostrar que cada persona vale por lo que es: “un ser humano”.

Sofía Zadara habló sobre la tarea cotidiana de la organización que trata de dar respuestas de promoción humana a muchas problemáticas sociales complejas: programas de educación, primera infancia, trabajo, hábitat, integración de barrios populares, gestión de riesgos y emergencias, la respuesta alimentaria. También mencionó el desarrollo institucional que centra su tarea en la formación sobre la misión y el servicio.

Destacó que la capilaridad de Cáritas les permite escuchar los dolores de muchas personas. Son testigos de lo que pasa en los barrios, de la esperanza que mueve a nuestros equipos, y eso les permite pensar en un mundo mejor. Sin embargo, manifestó: “Venimos viendo la necesidad de generar muchos espacios que cuiden la vida entera, donde la persona de verdad sea el centro”.

Programas concretos

Refirió, entonces, a las acciones que se llevan adelante. En lo alimentario, dan respuesta a más de medio millón de personas todos los días. Además, destacó el vínculo comunitario que se genera, una comunidad que abraza.

En materia de educación, se abrieron espacios comunitarios para acompañar la terminalidad educativa escolar, en todos los niveles, hasta la alfabetización en adultos. El desafío es lograr la continuidad de las trayectorias educativas y que no se desapeguen de las instituciones.

En primera infancia, se brinda cuidado las embarazadas y a los chicos hasta los 6 años. Priorizan el acompañamiento en los primeros 1000 días, para que se realicen controles. Llegan a más de 2000 familias.

Situación actual

Desde el Observatorio, Eduardo Donza, indicó que la información relevada no son sólo números, hay rostros concretos, familias pobres e indigentes, desocupados, madres que no pueden satisfacer las necesidades de crianza de sus hijos, entre otros comprendidos por muchas problemáticas.

Dijo que la crisis actual agravó los problemas estructurales en la sociedad argentina. Durante el primer trimestre la pobreza ha superado el 50%, y la tasa de pobreza extrema al 18% de la población.

Uno de cada cuatro personas sufre inseguridad alimentaria total porque tiene que hacer algún ajuste en la cantidad y calidad de comida, o sus miembros deben saltear alguna comida porque los ingresos no le alcanzan. En niños y adolescentes menores de 18 años, donde aumenta al 32%”. La inseguridad alimentaria severa (experimentar hambre de manera frecuente), afecta al 10 % de la población; entre los menores de 18 años, al 15 % .

Donza afirmó que los sistemas de ayudas (Cáritas u otros organismos) arman esquemas alimentarios compensatorios, lo que hace posible que el 50% de los menores de 18 años asistan a comedores. Otros mecanismos es la Tarjeta Alimentaria, un instrumento de ayuda del Estado que, a través de la Asignación Universal por Hijo, llega al 42,6% de los niños. Y los bolsones de alimentos, que llegan a los hogares del 37% de los niños. Asegura que esta ayuda debe ser ampliada.

En cuanto a la educación, Donza explicó que la pandemia afectó tanto la concurrencia como el atraso escolar.

Economía Social y Solidaria

Zadara aseguró que el trabajo organiza a las familias y a la sociedad por lo que lo promueven en sus distintas formas. Entre los programas que desarrolla Cáritas uno es para promover la Economía Social y Solidaria (Ecosol), que se traduce en impulsar la economía y trabajo centrados en la vida y el desarrollo integral, para abordar el desempleo desde procesos comunitarios. Así se generan espacios de trabajo que dan soluciones a necesidades personales y comunitarias. Se promueven cooperativas, emprendedores, unidades productivas, líneas de microcréditos y bancos de herramientas.

Donza, por su lado, afirmó: “hoy, el 32% de los trabajadores ocupados residen en hogares en situación de pobreza… que no alcanza a tener un trabajo para salir de la pobreza. Esto es mayor en los trabajadores no registrados o precarizados, donde se acercan al 50 o 60%. La estructura productiva no genera los puestos necesarios y de calidad.

Adicciones

También hubo una referencia al “flagelo de la droga”. Zadara sostuvo que en los barrios populares el deterioro que produce es mucho más complejo porque destruye todo: los vínculos, la posibilidad de un proyecto de vida. Se quitan las oportunidades y deja más espacio al narcotráfico, donde empieza la vinculación con las armas, los delitos, más allá del consumo de sustancias y la violencia familiar.

Desde Cáritas, acompañan las adicciones desde un abordaje pastoral y comunitario. Se centran en la persona, a través de los Hogares de Cristo. Tienen 250 centros barriales en todo el país donde recibimos la vida como viene, tratando de dar una respuesta integral a partir de un programa de Casas de Acompañamiento Comunitario, con apoyo del Sedronar.

Con respecto a la problemática de las adicciones, Donza indicó el incremento del consumo y de la comercialización. Un 30% de los vecinos consultados notan un aumento de venta de droga en los barrios. Los cordones de las grandes ciudades son los más afectados, sobre todo en los barrios más carenciados, donde se eleva al 62%.

La respuesta comunitaria

Karen Burgos compartió su experiencia de trabajo en la red de Centros Comunitarios Itatí, de la localidad de Quilmes (provincia de Buenos Aires) donde acompaña cotidianamente a unos 350 niños y 200 jóvenes en los barrios populares.

“El trabajo es arduo y la realidad social es cada vez más desafiante. Los chicos vienen con una necesidad de alimento que es difícil trabajarla, no sólo porque a veces no nos alcanza la olla, sino también por cómo afrontar y acompañar a las familias que también vienen con un deterioro de muchos años”, reveló.

Estimó que lo positivo es que como son centros comunitarios trabajan solidariamente y piensan nuevas estrategias. Generan platos de comida, pero también espacios de escucha y contención.
Opinó que los jóvenes están desertando de las escuelas, no acceden a los centros de salud, y están más tiempo en la calle. La propuesta de ellos es ir a su encuentro, buscarlos. Cuentan con el apoyo de los vecinos que están preocupados, sobre todo por el tema del consumo.

Concluyó que quieren transformar, llevar luz a esa realidad que viven los jóvenes. Esto les impone un desafío gigante porque son cosas que antes no trabajaban.

Para finalizar, Sofía Zadara sintetizó “Cáritas tiene la posibilidad de estar en todo el país y por eso podemos afirmar que es posible otro mundo, acompañando a tantas familias que la están pasando mal”. El obispo Tissera cerró el encuentro recordando la invitación a colaborar con la Colecta Anual de Cáritas.

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