Vaticano

Francisco: “Pretender encerrar al Espíritu Santo en conceptos, definiciones, tesis o tratados es perderlo, anularlo y reducirlo”

  • El Papa continúa su ciclo de catequesis sobre el Espíritu durante la audiencia general de los miércoles
  • El Pontífice confirma que en septiembre publicará un documento sobre el culto al Sagrado Corazón de Jesús





“Pretender encerrar al Espíritu Santo en conceptos, definiciones, tesis o tratados, como a veces ha intentado hacer el racionalismo moderno, es perderlo, anularlo o reducirlo al espíritu humano puro y simple. Existe, sin embargo, una tentación similar en el ámbito eclesiástico, y es la de querer encerrar al Espíritu Santo en cánones, instituciones, definiciones. El Espíritu crea y anima instituciones, pero él mismo no puede ser ‘institucionalizado'”. Así lo ha expresado el papa Francisco hoy durante la audiencia general de los miércoles en plaza de San Pedro.



Ante miles de fieles, el Pontífice ha continuado su ciclo de catequesis ‘El Espíritu y la Esposa. El Espíritu Santo guía al pueblo de Dios al encuentro de Jesús, nuestra esperanza’, centrando esta mañana su reflexión en el tema ‘El viento sopla donde quiere’.

Jorge Mario Bergoglio ha comenzado su alocución deteniéndose en el nombre con el que se llama al Espíritu Santo en la Biblia, porque “lo primero que conocemos de una persona es su nombre. Por él la llamamos, la distinguimos y la recordamos. La tercera persona de la Trinidad también tiene un nombre: se llama Espíritu Santo. Pero ‘Espíritu’ es la versión latinizada. El nombre del Espíritu, aquel por el que lo conocieron los primeros destinatarios de la revelación, por el que lo invocaron los profetas, los salmistas, María, Jesús y los Apóstoles, es ‘Ruah’, que significa soplo, viento, aliento”.

Según Francisco, “en la Biblia, el nombre es tan importante que casi se identifica con la persona misma. Santificar el nombre de Dios, es santificar y honrar a Dios mismo. Nunca es un apelativo meramente convencional: siempre dice algo sobre la persona, su origen o su misión. Lo mismo ocurre con el nombre ‘Ruaj’. Contiene la primera revelación fundamental sobre la persona y la función del Espíritu Santo”.

El Espíritu Santo se llama Ruaj

“¿Qué nos dice, pues, su nombre Ruaj sobre el Espíritu Santo?”, se ha preguntado, para luego responder: “La imagen del viento sirve para expresar el poder del Espíritu divino. ‘Espíritu y poder’, o ‘poder del Espíritu’ es una combinación recurrente en toda la Biblia. El viento es una fuerza arrolladora e indomable. Es capaz incluso de mover océanos”.

En otro sentido, ha señalado que “para descubrir el pleno significado de las realidades de la Biblia, no hay que detenerse en el Antiguo Testamento, sino llegar a Jesús”. “Junto al poder, Jesús destacará otra característica del viento, la de su libertad”, ha proseguido.

Para el Papa, “se trata de una libertad muy especial, muy distinta de la que se entiende comúnmente. No es libertad para hacer lo que uno quiera, ¡sino libertad para hacer libremente lo que Dios quiera! No libertad para hacer el bien o el mal, sino libertad para hacer el bien y hacerlo libremente, es decir, por atracción, no por compulsión. En otras palabras, libertad de hijos, no de esclavos”. Así, el Pontífice ha apuntado que la libertad es la misma que “permite a los ricos explotar a los pobres”, pero esta es “una libertad fea, la que permite a los fuertes explotar a los débiles, y a todos explotar el medio ambiente con impunidad, no es la libertad del Espíritu”.

Por ello, ha instado a todos los fieles a pedir a Jesús que “nos haga, a través del Espíritu Santo, hombres y mujeres auténticamente libres: libres para servir, en el amor y la alegría”.

Mes del Sagrado Corazón de Jesús

En su saludo a los peregrinos de  lengua española, coincidiendo con el mes dedicado al Corazón de Jesús, les ha pedido centrarse “en el Espíritu Santo que nos ayuda a vivir con la libertad de los hijos de Dios, amando y sirviendo con alegría y tranquilidad de corazón”.

Sobre el Corazón de Jesús ha hecho un paréntesis para comunicar que en septiembre publicará un documento sobre su culto. “Me alegra preparar el documento que recoge las preciosas reflexiones de textos magisteriales anteriores y de una larga historia que se remonta a las Sagradas Escrituras, para proponer nuevamente hoy, a toda la Iglesia, este culto lleno de belleza espiritual. Nos hará mucho bien meditar sobre diversos aspectos del amor del Señor que pueden iluminar el camino de la renovación eclesial; pero también que digan algo significativo a un mundo que parece haber perdido el corazón”.

Al término de la audiencia, Bergoglio ha pedido al Señor, “por intercesión de su madre, la paz”. “Paz en la martirizada Ucrania, paz en Palestina, en Israel, paz en Myanmar. Rezamos para que la Virgen nos dé el don de la paz y para que el mundo no sufra tanto por las guerras”, ha subrayado.

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Alicia Ruiz López de Soria, ODN







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