La hermanita de Foucauld vive desde hace 56 años en una caravana con los feriantes del Luna Park de Ostia Lido
Como cada miércoles, entre los asistentes a la audiencia general de este miércoles había una religiosa, hermanita de Foucauld, la hermana Genèvieve. Tal como recoge Vatican News, la religiosa vive desde hace 56 años en una caravana con los feriantes del Luna Park de Ostia Lido, haciendo pastoral con las personas LGBTIQ+. Con las personas con las que allí vive ha asistido hoy a la audiencia para saludar al Papa: “Por fin han encontrado una Iglesia que les ha tendido la mano”.
Junto a ella han saludado al Papa un grupo de personas de lo más variado: homosexuales, transexuales, una pareja de catequistas y una chica implicada en la pastoral penitenciaria entre los transgénero de Rebibbia. La religiosa no los conoce personalmente, ni les pregunta quiénes son ni cuál es su orientación sexual: “No, no pregunto”. Lo que le importa a sor Genoveva es “ir allí donde a la Iglesia le resulta más difícil ir”, como deseaba Charles de Foucauld, de quien su congregación heredó el carisma.
En los últimos años han pasado muchas personas por la vida de esta religiosa: nómadas, gitanos, artistas de circo, transgénero, homosexuales, parejas de diversos tipos. “En estos mundos vemos pasar a todo tipo de personas y el corazón se abre, todos somos personas humanas, no se puede tener un juicio estricto”, dice Geneviève.
Francisco se detiene unos minutos para saludar, entrega un rosario a Ada, que hoy celebra su cumpleaños: “Esto es un regalo del Papa”, luego le da la mano, hace una broma, le da una bendición. Con sor Geneviève, unas palabras y una breve sonrisa; es un intercambio con un amigo al que ves a menudo.
El próximo miércoles la hermana Geneviève estará nuevamente en la audiencia general: “Acompaño a diez personas, siete homosexuales. Vienen de Milán y de otras partes para reiterar su afecto al Papa”. Y, así seguirá hasta que las fuerzas aguanten: acercando la pastoral LGTBIQ+ a que pueda sentir la cercanía del Papa.