El evento convocó a los agentes pastorales que salen a la búsqueda del hermano necesitado, en vísperas de la Colecta de Cáritas
En la Catedral Metropolitana, la arquidiócesis de Buenos Aires organizó el Primer Encuentro porteño de las Noches de la Caridad, con la participación de las mismas personas en situación de calle.
Estuvieron presentes los referentes de las parroquias que organizan con sus propias comunidades, tanto las noches solidarias como los merenderos y comedores, para acompañar esta creciente realidad de la calle de la ciudad. También jóvenes de los Hogares de Cristo que brindaron su testimonio sobre su recuperación de las adicciones, y otros referentes de los barrios populares, funcionarios del Gobierno de la ciudad y asociaciones civiles.
Para la celebración de Corpus Christi y en el marco de la Colecta Anual de Cáritas Argentina, el arzobispo de Buenos Aires y primado de la Argentina, Jorge García Cuerva, había pedido a los chicos y a los jóvenes que participaran con un gesto solidario para compartir con estos hermanos más vulnerables.
Las noches solidarias son salidas organizadas para ir al encuentro de las personas que están viviendo en la calle. Por un lado, se les brinda una respuesta inmediata (ropa, comida, abrigo, elementos de higiene). Por otro, se los acompaña en aquellas situaciones de fondo que requieren intervenciones más profesionales, motivos por los cuales se los deriva a Cáritas o al sistema público.
En esta jornada, el titular de la Iglesia porteña se refirió al Evangelio del mendigo ciego que, estando al borde del camino, le pidió a Jesús recobrar la visión. Lamentó que, ante esta gente excluida o marginada, haya gente que sigue de largo. “Lo que necesitan no son recetas, sino que se los escuche”, afirmó el arzobispo.
Recordó, entonces, lo que Jesús hizo en aquel momento. Le dijo: “tu fe te salvó, ya te puedes ir… ahora seguí tu camino”. Y remarcó las actitudes de Jesús que pueden ayudar para cumplir con esta tarea:
García Cuerva consideró que, frente a las personas en situación de calle, los cristianos tienen un buen motivo para el compromiso: “Es un motivo de amor, un motivo de fe”.
El encuentro finalizó con una mesa servida para los amigos de la calle.
Frente a algunos resonancias en los medios de comunicación, el arzobispado de Buenos Aires aclaró que se trató de un evento pastoral: “Estamos seguros que la mejor ayuda es la que se organiza. En este espíritu es que se convocó en esta primera instancia a todos aquellos que vienen realizando una tarea generosa, solidaria y comprometida con los más pobres”.