El Sínodo siro-malabar reunirá a sus 65 obispos para desatascar el conflicto por la reforma litúrgica

  • Desde que se consensuara un nuevo rito, la Eparquía de Ernakulam-Angamaly está en pie de guerra
  • Raphael Thattil, arzobispo mayor en sustitución del cardenal Alencherry, busca avanzar en una solución
  • El Papa, durante estos meses, ha llamado a los fieles indios a que no caigan en la “secta” ni en el “cisma”

En 2021, los cristianos de rito oriental siro-malabar vivieron un momento de especial significatividad cuando se celebró un Sínodo para abordar la reforma de su liturgia y adoptar un rito consensuado para celebrar la eucaristía en sus 34 eparquías. Finalmente, se llegó a un acuerdo y se apostó por el siguiente modelo: tanto en la celebración de la Palabra como en la parte final de la misa, el sacerdote celebrante se situaría de cara a los fieles. Posición que cambiaría en la liturgia eucarística, cuando el presbítero se ubicaría mirando hacia el altar, dando la espalda a los fieles.



Desde entonces, esta fórmula se ha adoptado en todas las comunidades eclesiales locales, a excepción de una: la de Ernakulam-Angamaly, en la India (donde se concentran la mayor parte de los cristianos de este rito oriental en comunión con la Iglesia católica, teniendo allí además su sede además el arzobispo mayor), que se niega a renunciar a su tradicional “particularidad litúrgica”, por la que el cura se sitúa en todo momento frente a la asamblea.

Vídeo aclaratorio

Un enrocarse que ha llevado a momentos de tensión e incluso violencia, lo que llevó al papa Francisco, en diciembre, a enviar un vídeo a los fieles de Ernakulam-Angamaly en el que les advirtió de un modo categórico sobre el nivel de sus protestas: “¡Por favor, tened cuidado! Tened cuidado de que el diablo no os lleve a convertiros en una secta”. Duro como pocas veces, Bergoglio, que dio ese paso “para que nadie tenga dudas sobre lo que piensa el Papa”, no dudó tampoco a la hora de avisar de lo que podía pasar si no se aceptaba la reforma litúrgica: “Con gran dolor, habrá que tomar las sanciones pertinentes. No quiero llegar a eso”.

Pero, además de posicionarse de un modo verbal, Francisco movió ficha y, de una tacada, aceptó la renuncia del arzobispo mayor siro-malabar, el cardenal George Alencherry (quien, por otra parte, años atrás había sido acusado de especular con terrenos eclesiales), y nombró como administrador al obispo Sebastián Vaniyapurackal. Además, sustituyó al administrador apostólico de la Eparquía de Ernakulam-Angamaly, Andrews Thazhath, por Bosco Puthur, obispo emérito de la Eparquía de Santo Tomás Apóstol de Melbourne.

Con el apoyo papal

Poco después, en enero, Kerala acogió otra asamblea del Sínodo local y se eligió a Raphael Thattil como arzobispo mayor de la Iglesia siro-malabar, validando el Papa la votación del definitivo sucesor de Alencherry.

Estamos ante la figura que puede desatascar el conflicto, como demostró a mediados de mayo, cuando organizó una audiencia de representantes de la comunidad siro-malabar con el Pontífice. En ella, Bergoglio valoró “el vigor de la fe y la devoción”, así como su “lealtad”, probada en el “martirio”, de los fieles. Además, reconoció que “habéis tenido muchos desafíos a lo largo de vuestra larga y turbulenta historia”. Eso sí, siempre “habéis permanecido fieles al Sucesor de Pedro”. Porque “vosotros sois obedientes y, donde hay obediencia, hay Iglesia; donde hay desobediencia, hay cisma”.

Encuentro virtual

Con este importante guiño papal, por el que parecía evaporarse la posibilidad de un “cisma”, Raphael Thattil ha querido ir más allá y, como confirma ‘UCA News’, ha convocado a los 65 obispos de rito siro-malabar para celebrar un encuentro virtual y tratar de resolver definitivamente la situación en Ernakulam-Angamaly.

La cita tendrá lugar el 14 de junio y está prevista que todos puedan exponer sus posiciones durante al menos dos horas. Con todo, pese a las buenas intenciones del arzobispo mayor, la oposición en Ernakulam-Angamaly se mantiene férrea, con la mayoría de los sacerdotes, religiosos y laicos organizados en torno al Movimiento Arquidiocesano por la Transparencia (AMT), que recalca que no aceptarán una liturgia en la que el celebrante dé la espalda a los fieles en ningún momento.

La comunidad más importante

Y no es baladí, pues, como se ha dicho, además de ser el lugar que acoge al arzobispo mayor, es con diferencia la comunidad eclesial más grande, viviendo en esa región meridional de la India alrededor del 10% de los cinco millones de fieles de la Iglesia siro-malabar.

En declaraciones a ‘UCA News’, Riju Kanjookaran, portavoz de AMT, ha sentenciado que, “de cara a la reunión especial del Sínodo, nuestra postura no ha cambiado. Nuestra posición es muy clara. Que el Sínodo tome medidas contra un sacerdote o contra todos, pero no diluiremos nuestra reivindicación de la misa tradicional, ya que presbíteros y los laicos están juntos en esta cuestión”.

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