Después de 23 años de carrera está imparable. Su último tema, ‘Nadie más’, está batiendo todos los récords de descargas. La benjamina de la edición más emblemática de OT está más empoderada y artista que nunca, con su trabajo más personal, lleno de sensualidad inteligente y bien dosificada.
PREGUNTA.- ‘Nadie más’ es una canción que le empodera…
RESPUESTA.- Me siento mejor conmigo misma, como nunca. Siento que he tomado las riendas de mi vida a nivel personal y profesional. Más auténtica que nunca. Y eso me da “poder” para que nadie venga a derribar lo logrado. Son años de encontrarme conmigo, hablar con gente que te suma y no te resta, buscar espacios para mí, para reflexionar, pensar, meditar… saber quién soy.
P.- ¿Estamos viviendo un ‘boom’ con la música de los 2000?
R.- No creo que la gente esté cansada del ‘autotune’ porque hay una tendencia y las nuevas generaciones la consumen. Quizá lo valoran porque no han tenido la suerte de criarse escuchando vinilos de Eros Ramazzotti, Mecano, Europe, Guns and Roses, Pink Floyd … Yo sí, porque he tenido hermanos mayores que me han dado mucha cultura musical. Tuve un espectro musical muy amplio a la hora de formarme. Y quiero bailar y cantar, como la reina Madonna y mi súper Beyoncé.
P.- ¿El videoclip vuelve a ser hecho todo por usted?
R.- Siempre. Pero esta vez no he cosido, aunque sí diseñado. El ‘storyboard’, las localizaciones, las coreografías de las bailarinas… Pero veo que ya no se aprecian los videoclips como antes. A los quince segundos se aburre todo el mundo… ¿por qué no aguantamos más? ¿Por el efecto TikTok?
P.- El trabajo ¿provoca renunciar a la familia?
R.- Solo lamento perderme ver a mis padres, ver crecer a mis sobrinos, estar en casa. Pero hablo con ellos todos los días, somos un clan que nos vemos cuanto podemos. Y desde hace 23 años estoy cumpliendo todos mis sueños, aunque no siempre sean de color de rosa. Cuando ves que tienes una gira tremenda, que el público confía en ti, es alegría para toda la familia. (…)
P.- Con los chicos de OT, ¿bien?
R.- Yo no tengo problemas con nadie. Quiero a todo el mundo, me hablo con todos… mientras no me fallen, seguirán siendo mis amigos. Tengo más afinidad con unos que con otros, como es lógico, pero viví con ellos una parte crucial de mi vida y hay una hermandad que no se va a romper nunca. (…)