El Decreto Supremo Nº 009-2024, emitido por el Gobierno del Perú, que modifica el Decreto Supremo Nº 023-202, considerando“patológica” a la población LGBTIQ+, especialmente para la población transexual, ha encendido las alarmas de la Comunidad católica de la diversidad (Comocad).
- WHATSAPP: Sigue nuestro canal para recibir gratis la mejor información
- El Podcast de Vida Nueva: Escudo eclesial frente a las estafas
- Regístrate en el boletín gratuito
Aseguraron que se trata de un atropello contra sus derechos y es un total desfase en materia de salud, porque “no responde a la realidad científica y social de las personas de la diversidad sexual y de género”.
“Es importante mencionar que el CIE – 11 (Clasificación internacional de enfermedades de la ONU), en su versión actualizada del año 2018, eliminó cualquier mención a las identidades trans y de las orientaciones sexuales diversas como trastornos”, señalaron.
Este comunicado también fue suscrito por la Pastoral de Diversidad Sexual – PADIS+ Perú y la Comunidad la Proeza de María, ambas instancias comparten objetivos de “acompañar a toda persona indistintamente su orientación sexual e identidad de género”.
Discriminados y excluidos
La Comocad Perú – comunidad laical con 17 años de trabajo – aseguró que las personas LGTBIQ+ “hemos tenido que vivir nuestra identidad de género y orientación sexual a escondidas por el temor a ser discriminados y violentados en diversos espacios de la sociedad”.
A pesar de los estigmas, han revelado que el 8% de peruanos adultos se identifican con una orientación sexual no heterosexual o una identidad de género diferente con la que nacieron con base en los resultados de la encuesta Ipsos de 2022.
También han citado un estudio de la Universidad Cayetano Heredia, en el cual se evidencia que se ha incrementado “el estigma y la discriminación a la población transexual femenina, cuyo promedio de vida es de 35 años”.
Por eso apelan a la misericordia y el respeto. Ambos términos practicados por el papa Francisco, quien “en varias ocasiones ha hablado sobre la necesidad de respetar a todas las personas, incluyendo a los miembros de la comunidad LGTBI. En 2016, por ejemplo, se reunió con un activista transgénero español a quien había enviado mensajes de apoyo”.
Terapias de conversión: inhumanas
Las comunidades católicas de la diversidad exhortan al Estado peruano los tratados internacionales en materia de salud, porque “no responder a este compromiso pone en riesgo a esta población no solo porque expone a un marco “patológico” de sus identidades, sino también a fomentar “terapias” o prácticas de conversión”.
Todas esta formas representan “acciones que constituyen formas de tortura, tratos crueles e inhumanos que son considerados de esa manera desde el 2012 por la Organización Panamericana de la Salud”.
En especial, consideran que las llamadas “terapias de conversión” atentan al derecho de toda persona gay, lesbiana, transexual, bisexual, intersexual de acceder a servicios de atención de la salud mental de calidad.
Toda vez que exponen a estas poblaciones a situaciones degradantes que pueden afectar su salud mental “debido que varias de las denominadas ‘terapias’ se basan en procedimientos médicos invasivos”, actualmente reconocidos como inapropiados e inhumanos.