Los obispos de las jurisdicciones del suroccidente de Colombia: Cali, Buenaventura, Cali y Palmira han lanzado una alerta frente a la situación de violencia desbordada que se vive en esta región del país.
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“¡Nada justifica la violencia!”, así se han referido ante el recrudecimiento de la polarización, amenazas, hostigamientos, extorsiones, atentados, asesinatos, entre otros.
Han pedido a los autores de “estos actos demenciales” que “tomen conciencia del mal que hacen a la población e incluso a sí mismos”.
Con el pasaje bíblico de la 2.ª carta a los corintios del apóstol san Pablo interpelaron a los grupos armados: “les suplicamos en nombre de Cristo: ¡reconcíliense con Dios!”.
Silenciar las armas
Grupos guerrilleros colombianos
Los prelados lamentaron que la población “se siente agobiada y atemorizada”, por lo que han exhortado a las autoridades en todos los niveles: local, regional y nacional a unir esfuerzos y ser creativos para encontrar una salida a esta crisis.
Consideran que la venidera COP 16, a realizarse a mediados de octubre en Cali, es una oportunidad para que “se tomen acciones permanentes que permitan recobrar la confianza en el futuro promisorio que tenemos enfrente”.
En este sentido, son optimistas, porque “el Valle del Cauca y Colombia tienen todas las
posibilidades para salir adelante de las adversidades y ser capaces de mostrar al mundo la fuerza interior que mueve los corazones rectos”.
Reiterar su compromiso de seguir acompañando “todos los esfuerzos para propiciar puentes de diálogo que hagan posible lograr la pacificación de los corazones y el silenciar de las armas”.
Foto: Arquidiócesis de Cali
