El pasado 13 de junio, la Corte Suprema de los Estados Unidos desestimó discutir el caso promovido por la Alianza para la Medicina Hipocrática de Estados Unidos, que pedía regular la píldora abortiva Mifepristona, por considerar que en 2016 y 2021, la Administración de Medicamentos y Alimentos (FDA, por sus siglas en inglés) cambió de forma ilegal la normativa, a fin de que la píldora pudiera ser recetada sin necesidad de ir al médico.
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Luego de que en 2022 la Corte Suprema derogara a nivel nacional la protección constitucional al derecho al aborto, devolviendo a los estados su regularización, la píldora abortiva Mifepristona se convirtió en el fármaco más utilizado por las mujeres que desean abortar. Desde entonces, aquellas que viven en alguno de los estados donde el aborto es ilegal, reciben en sus domicilios la píldora a través del correo, la cual les es enviada desde aquellos estados donde el aborto no está penado.
Abortos químicos: la forma más común
En marzo pasado, el presidente del Comité de Actividades Pro-Vida de la Conferencia de Obispos Católicos de los Estados Unidos (USCCB, por sus siglas en inglés), el obispo de Arlington, Michael Burbidge, había advertido la importancia de que la Suprema Corte de los Estados Unidos aceptara el recurso promovido por la Alianza para la Medicina Hipocrática de Estados Unidos, pues se trataba de un caso de gran impacto debido a la accesibilidad generalizada del aborto químico, (píldoras para el aborto), que ahora es la forma más común de aborto en los Estados Unidos.
Y señalaba -a nombre de los obispos- que, con el aborto químico, se ignoran los riesgos para las mujeres, lo que viola la ley federal. Además, la FDA estaría favoreciendo “una industria nacional de abortos por correo”, y convirtiendo a las “farmacias de barrio en proveedores de abortos químicos”.
El argumento de la Corte y la reacción de los obispos
La decisión de la Corte de Estados Unidos del 13 de junio, de no atraer el caso, se basó en el argumento de que los quejosos, es decir, la Alianza para la Medicina Hipocrática de Estados Unidos, no ha sufrido un perjuicio suficiente como para promover una demanda.
Al respecto, la USCCB aseguró que la decisión de la Corte Suprema, sigue poniendo en riesgo la salud de las mujeres y las niñas, por lo que -dijo- la Iglesia continuará abogando por la salud y la seguridad de ellas.
Los obispos, a través de su director ejecutivo de asuntos públicos, Chieko Noguchi, expresaron que el fallo del Tribunal, por motivos de procedimiento, seguirá poniendo en riesgo la salud de las mujeres y las niñas.
“Como ha dicho el presidente pro-vida de la USCCB, el aborto no es atención médica”, señaló Noguchi.