Los días 15 y 16 de junio de 2024, la Santa Sede, aceptando la invitación conjunta de la presidenta de la Confederación Suiza, Viola Amherd, y del presidente de Ucrania, Volodymyr Zelensky, participó como observador en la Conferencia de alto nivel para la paz en Ucrania, celebrada en Suiza. En esta ocasión el acto estuvo representado por el cardenal secretario de Estado, Pietro Parolin, acompañado por el Nuncio Apostólico en Suiza, Martin Krebs, y por Paul Butnaru, funcionario de la Sección para las Relaciones con los Estados y las Organizaciones Internacionales de la Secretaría de Estado.
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“Ante la guerra y sus trágicas consecuencias, es importante no rendirse nunca, sino seguir buscando formas de poner fin al conflicto con buenas intenciones, confianza y creatividad”, dijo Parolin en su discurso, publicado hoy por el Vaticano. “Este es el mensaje que transmite el papa Francisco, particularmente a los gobernantes de las naciones, con sus constantes llamados a la paz en Ucrania. Es importante reiterar que el único medio capaz de lograr una paz verdadera, estable y justa es el diálogo entre todas las partes involucradas”. En este sentido, “la Santa Sede expresa su esperanza de que se mejore el esfuerzo diplomático actualmente promovido por Ucrania y apoyado por tantos países, para alcanzar los resultados que las víctimas merecen y que el mundo entero espera”.
Asimismo, Parolin aprovechó sus palabras para expresar la “gran preocupación” de la Santa Sede por las “trágicas consecuencias humanitarias y está especialmente comprometida a facilitar la repatriación de los niños y alentar la liberación de los prisioneros, especialmente los soldados y civiles gravemente heridos”.
Iniciativas de mediación
“La reunificación de los menores con sus familias o tutores legales debe ser una preocupación primordial para todas las partes, y cualquier explotación de su situación es inaceptable”, añadió. Por lo tanto, “es imperativo que se fortalezcan todos los canales disponibles para facilitar este proceso”.
En lo que respecta a los prisioneros, tanto civiles como militares, Parolin señaló que “existe una gran preocupación por los informes periódicos de incumplimiento de los Convenios de Ginebra”. En particular, sobre el Cuarto Convenio, “que afecta más directamente a los civiles, y la dificultad de crear, junto con el Comité Internacional de la Cruz Roja, una Comisión Médica Mixta que pueda evaluar la situación de los prisioneros de guerra que necesitan atención médica urgente”.
“A pesar de todos los desafíos”, concluyó el cardenal, “la Santa Sede sigue comprometida a mantener una comunicación regular con las autoridades ucranianas y rusas, y sigue dispuesta a ayudar en la implementación de posibles iniciativas de mediación que sean aceptables para todas las partes y beneficien a quienes han sido afectados”. Asimismo, animó a los países y otros miembros de la comunidad internacional “a explorar formas de brindar asistencia y facilitar la mediación, ya sea de naturaleza humanitaria o política”.