La ASIF detectó en el Vaticano 123 actividades sospechosas en 2023, seis menos que el año anterior
La Autoridad de Supervisión e Inteligencia Financiera (ASIF) detectó en el Vaticano 123 actividades sospechosas en 2023, seis menos que el año anterior, de las que 118 estaban vinculadas a activos conservados en el Instituto para las Obras de Religión (IOR), el llamado Banco vaticano.
De las cinco restantes, cuatro procedían de diversos entes de la Santa Sede y del Estado de la Ciudad del Vaticano, y una de una organización sin ánimo de lucro. Así lo revela el informe que este organismo –creado por Benedicto XVI en 2010– ha elaborado respecto a las actividades del año 2023, en el cual se concluye –tal como recoge Europa Press– que el sistema financiero del Vaticano se ha estabilizado según los parámetros de seguridad y transparencia y se han reforzado las actividades de cooperación internacional con la participación de la Santa Sede en el Moneyval, órgano de control y vigilancia de los sistemas financieros del Consejo de Europa, entre otros.
Además, el informe revela que se suspendió una transacción económica de 5.848 euros de forma preventiva ante una posible ilegalidad. Sin embargo, en 2022 fueron cinco las suspensiones de este tipo que tuvieron lugar, por un importe total de 829.050 euros.
Por otro lado, en el último año el Vaticano ha firmado memorandos de entendimiento, destinados al intercambio de información, con nueve países: Argelia, Azerbaiyán, Bahamas, Curaçao, Líbano, Senegal, Mauricio, Nepal y Zambia.
Todo ello tiene lugar en un año que, tal como ha señalado en la carta de presentación del informe el presidente de ASIF, Carmelo Barbagallo, se ha caracterizado por ser el año con mayor número de conflictos desde la II Guerra Mundial, un contexto que “contribuye a hacer cada vez más complejas las relaciones internacionales”, pero que, al mismo tiempo, “es un incentivo para no desviarse de la lucha contra el blanqueo de capitales y la financiación del terrorismo a escala planetaria”.