El jesuita estadounidense James Martin acaba de publicar ‘Lázaro, sal fuera’ (Libreria Editrice Vaticana), un libro dedicado a la figura de Lázaro, hermano de Marta y María y amigo de Jesús. Ahora, ha concedido una entrevista con Andrea Tornielli para Radio Vaticano en la que el autor ha subrayado que “no hay nada en nosotros que apeste y que Jesús no quiera mirar”.
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“Una de las partes más hermosas de la historia es cuando Jesús llega a la tumba y dice: ‘Quitad la piedra’. Marta dice: ‘Va a apestar’, y me gusta recordarle a la gente que hay muchas cosas en nosotros que creemos que están podridas, huelen mal, huelen mal o cualquier palabra que quieras usar. Nos da vergüenza mostrárselas a Jesús, nos da vergüenza hablar de ellas en oración. Nos da vergüenza incluso hablar de ello con los directores espirituales o en la confesión. Pero Jesús no tiene miedo de ese hedor. No tiene miedo de quitar la piedra de nuestras tumbas y llamarnos a volver a la vida”, ha explicado el Jesuita.
“Lázaro somos nosotros”
“La de Lázaro es una historia que nos sentimos cercanos”, continúa Martin. “Se trata de uno de nosotros”. En este sentido, “Jesús nos llama en cada momento del día y nos pide salir a una vida nueva y dejar atrás todo lo que no nos hace libres”. Además, “hay un paralelismo que señalo en mi libro y que creo proviene del teólogo Raymond Brown. Cuando Jesús sale de la tumba el domingo de Pascua, deja atrás sus ropas funerarias y su sudario. Ya no lo necesitará. Sin embargo, cuando Lázaro sale de la tumba, todavía lleva vendas y un sudario. Lo necesitará de nuevo porque volverá a morir”.
Por otro lado, “otra particularidad de este milagro es que conocemos el nombre del resucitado, mientras que no sabemos cómo se llamaba el hijo de la viuda de Naim o la hija de Jarus. De Lázaro sabemos su nombre, sabemos quién era su familia y dónde vivió”.