“La transparencia es una forma de ser Iglesia”. Así lo aseguró Ester Martín, responsable de la Oficina de Transparencia de la Conferencia Episcopal Española (CEE), durante la Jornada de Administradores de la CONFER, celebrada ayer, lunes, 17 de junio.
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En la primera parte de la ponencia, Miguel Campo, expuso al centenar de asistentes las principales líneas del marco normativo y canónico que guían la obligación que los institutos de vida consagrada y sociedades de vida apostólica tienen de rendir cuentas y de poner «el carisma al servicio de toda la Iglesia», señaló el asesor jurídico de la CONFER.
Al mismo tiempo, recordó a los administradores su función de administrar correctamente los bienes de las entidades religiosas y de hacer cumplir la normativa vigente a toda la entidad, incluidos sus superiores.
Por su parte, Ester Martín explicó las claves para ser transparentes hoy. En una sociedad como la actual, en la que, en general, se tiene una imagen bastante distorsionada o alejada de la realidad, “debemos aprender a contarnos mejor”, añadió.
“La transparencia sirve para contar qué somos, qué hacemos y con qué recursos lo hacemos. Lo que tenemos lo entregamos a los demás y esto le tiene que llegar a toda la sociedad“, argumentó.
Transparencia, una oportunidad para evangelizar
En su exposición, Martín también puntualizó qué es transparencia y qué no. Hay algunos datos sensibles o personales que están protegidos por la Ley Orgánica de Protección de Datos y que no pueden ser revelados públicamente. Pero otra información sí puede ser y debe ser contada.
“La Iglesia se ha fijado como objetivo la transparencia. El papa Francisco nos insta a ser una Iglesia de puertas abiertas porque no tenemos nada que ocultar”, relató. “La transparencia es importante porque entronca con la esencia y la misión de la Iglesia; es una gran oportunidad de anunciar la Buena Noticia, de evangelizar, de acercarnos a quien nos necesita”, apostilló.