“Me jubilaré cuando sea mayor”. Con esta dosis de humor, se presentó esta mañana el padre Ángel García en el Colegio Oficial de Aparejadores y Arquitectos Técnicos de Madrid para presentar la Memoria Anual de Actividades 2023 de Mensajeros de la Paz. Solo en este último año, la fundación ha destinado 7,45 millones de euros en proyectos sociales de carácter nacional e internacional, que ha alcanzado a 259.296 beneficiarios, gracias a 1.000 trabajadores y 400 voluntarios en España,
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El presidente y fundador de la asociación, cuyo impacto llega a 76 países, reapareció hoy, después de la intervención quirúrgica a la que se sometió hace unos días por una hernia. “No ha sido a vida o muerte, ha sido una operación sencilla: rajas, sacar lo que hay y cerrar. Solo falta que me quiten unos puntos. Hay mucha gente que lo está pasando mucho peor que yo y no nos damos cuenta”, expuso el sacerdote de 87 años, restando importancia a su ingreso hospitalario.
Creer en Dios y en los hombres
Eso sí, desveló que decidió ir al hospital tras sentir un fuerte dolor mientras celebraba una eucaristía: “Era tan fuerte que me dije a mí mismo: a ver si va a ser la última misa”. En este sentido, agradeció todo el trabajo del equipo sanitario que le ha asistido: “Como decía el cardenal Tarancón, hay que creer en Dios y en los hombres, en este caso a los médicos”.
Con ese punto de partida, el padre Ángel expuso que “la peor enfermedad que hoy se puede tener, más allá de las dolencias físicas, es la soledad”. Por eso, tal y como explicó el padre Ángel, Mensajeros de la Paz va a situar como una de sus prioridades “paliar la soledad de los mayores en sus casas”. “No soy muy de mirar atrás y de detenerme en lo que hemos hecho como en pensar en los proyectos futuros, en todo lo que nos queda por hacer para ayudar a los más vulnerables”, subrayó. En este sentido anunció la creación de una fundación específica para atender estas necesidades.
Seis décadas de entrega
Lo cierto es que, a lo largo de las más de seis décadas de historia de Mensajeros de la Paz, más de 65.000 niños y jóvenes han pasado por sus programas, 30.500 mayores han sido atendidas en residencias y centros de día y se han repartido más de un millón de desayunos para personas sin hogar.
Durante el acto de presentación de la Memoria de Actividades, que estuvo conducido por Pedro Piqueras, tomaron la palabra el director general, Sergio Mella, y Yolanda Fernández, beneficiaria de los proyectos de la asociación. “Mi historia es una historia real de quienes se nos rompe la vida por muchas razones y cuando esto ocurre se produce una hemorragia en el alma”, relató Yolanda, que destacó “el trabajo impecable y dulce que poco a poco me suturó y reparó”. “Encontré un hogar y una familia”, valoró sobre la apuesta que Mensajeros de la Paz hizo por ella para salir de su situación de exclusión y vulnerabilidad.
Mucho por hacer
“Hemos aumentado un 38 por ciento más los recursos que destinamos a los programas sociales, que se ha traducido en un impacto del 55 por ciento, lo que significa que hemos optimizado los recursos”, subrayó Mella, que hizo hincapié en que “no hemos venido a sacar pecho, porque es mucho lo que queda por hacer”.
“El padre Ángel es capaz de estar en casi todos los sitios a la vez, lo mismo en medio de una guerra que a los pies de un volcán, para sacar adelante a aquellos que no son capaces de hacerse con su propia vida“, elogió Piqueras.