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Investigado un párroco de Cullera por el presunto asesinato de un anciano y el sacerdote niega los hechos

El cura facilitó que el sobrino de José Félix Cirujeda, de 91 años, contratase a una cuidadora que finalmente acabó siendo nombrada heredera universal





La Guardia Civil está investigando al párroco de San Antonio de Abad de Cullera y a una mujer de 62 años por, presuntamente, matar a José Félix Cirujeda, de 91 años, para quedarse con su herencia. Ha sido el sobrino de la víctima quien les ha denunciado como supuestos autores de asesinato y extorsión.



Al parecer, el sobrino del anciano acudió al sacerdote en busca de ayuda para cuidar a su tío, y el cura le puso en contacto con la mujer, la cual comenzó a trabajar rápidamente. Solo cuatro días después, José Félix comenzó a sufrir alucinaciones y su estado empeoró paulatinamente hasta que finalmente falleció dos meses después, habiéndola hecho a ella heredera universal y haberle donado todos sus bienes.

La causa de la muerte de José Félix no está clara. Y es que, como la mujer ordenó su incineración nada más fallecer, supuestamente, de una insuficiencia respiratoria, no se pudo realizar la autopsia al anciano. Ahora se investiga si el sacerdote y la mujer urdieron un plan para acabar con la vida del anciano por la herencia.

“Un tremendo dolor”

Hoy, fuentes del Tribunal Superior de Justicia de la Comunidad Valenciana han confirmado a Europa Press que el cura y la mujer comparecieron ayer, jueves, ante la jueza, citados como investigados por los presuntos delitos de homicidio y extorsión. Finalmente, la jueza impuso a ambos medidas cautelares. 

Por su parte, el abogado del sacerdote, Juan Molpeceres, ha aclarado que el párroco no ha declarado aún por consejo suyo, “ya que estamos en la primera fase de la instrucción, el Juzgado no ha practicado aún ninguna diligencia, y acabamos de acceder al procedimiento”. “Añado que mi defendido manifiesta abiertamente su perplejidad, y por supuesto un tremendo dolor”, ha subrayado.

El abogado ha explicado también que el sacerdote señala que el sobrino del fallecido “acudió a pedirle que buscaran a una cuidadora, porque según le dijo, ‘sentía que no podían con el cuidado de D. José Félix’”, por lo que “el párroco se limitó a intentar ayudar con alguien que pudiera tener experiencia en el cuidado de ancianos y lo que hizo fue presentarlos”.

“Es importante señalar que el párroco no tenía relación de amistad ni con el anciano ni con la cuidadora”, ha asegurado el abogado, apuntando, además, que a José Félix “lo conocía desde dos años atrás porque acudía a la parroquia y con la evolución de la enfermedad, reclamaba la presencia del párroco para que le administrara los sacramentos”.

El sacerdote rechaza la herencia

Lo que sí explica es que a la mujer la había conocido “más de dos décadas antes, porque eran del mismo barrio de la misma localidad de nacimiento, Albaida, -al respecto, es muy importante señalar que tienen el mismo apellido pero ningún parentesco ni amistad- y tras estos años transcurridos, la cuidadora había acudido a la Cáritas parroquial, donde le dijo que había estado prestando asistencia a otros mayores enfermos también en Cullera”.

Otro de los aspectos de la investigación señala que el párroco recibió 6.000 euros de la herencia de José Félix, a lo que el abogado señala que el anciano le había llamado “muy enfadado” para informarle de que “su sobrino le había quitado los poderes y quería dejarle parte de su herencia, pero el párroco se negó rotundamente”.

Posteriormente, “el notario le comunicó que quería legar una cantidad económica de 6.000 euros y los enseres de la casa, pero el párroco de nuevo dijo que no, y no sería hasta después del fallecimiento que tuvo conocimiento del legado, porque no había recibido ya comunicación oficial”. A día de hoy, el sacerdote sigue renunciando a todo. “Confiamos plenamente en su inocencia y negamos que se le pueda atribuir ningún tipo de responsabilidad”, asevera.

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