Francisco en el ángelus: “Jesús no nos libra de las adversidades, pero nos ayuda a afrontarlas”

“Nos reúne en torno a sí, nos da su Palabra, nos alimenta con su Cuerpo y su Sangre, y luego nos invita a ir mar adentro, a transmitir a todos lo que hemos escuchado y compartido con todos lo que hemos recibido”

papa francisco angelus

En el rezo del ángelus de este domingo, el papa Francisco ha reflexionado acerca del evangelio en el que a Jesús y sus discípulos les sorprende una tormenta mientras están en una barca en el lago Tiberíades.



“La noche anterior”, ha señalado Francisco, “fue el mismo Jesús quien dijo a los discípulos que subieran a la barca y cruzaran el lago”. “Eran expertos, eran pescadores y ese era su entorno de vida; pero una tormenta podría ponerlos en dificultades”, ha explicado. “Parece que Jesús quiere ponerlos a prueba”.

“Sin embargo”, ha continuado el Papa, “no los deja solos, se queda con ellos en el barco, tranquilamente, de hecho, incluso duerme. Y cuando estalla la tormenta, con su presencia los tranquiliza, los anima, los incita a tener más fe y los acompaña más allá del peligro”.

“Aferrarnos a Él”

Todo ello, ha dicho, para “fortalecer la fe de los discípulos y hacerlos más valientes”. Y es que, “superada esta prueba con Él, podrán afrontar muchas otras, hasta la cruz y el martirio, para llevar el Evangelio a todos los hombres”.

“Jesús hace lo mismo también con nosotros, particularmente en la Eucaristía”, ha señalado. “Nos reúne en torno a sí, nos da su Palabra, nos alimenta con su Cuerpo y su Sangre, y luego nos invita a ir mar adentro, a transmitir a todos lo que hemos escuchado y compartido con todos lo que hemos recibido, en la vida cotidiana, incluso cuando es difícil”.

“Él no nos libra de las adversidades pero, sin abandonarnos jamás, nos ayuda a afrontarlas”, ha concluido Francisco. “Así también nosotros, superándolas con su ayuda, aprendemos cada vez más a aferrarnos a Él, a confiar en su poder, que va mucho más allá de nuestras capacidades, a superar incertidumbres y vacilaciones, cierres y prejuicios, con valentía y grandeza de corazón, para Decir a todos que el Reino de los Cielos está presente, está aquí, y que con Jesús a nuestro lado podemos hacerlo crecer juntos más allá de toda barrera”.

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