Este lunes el Vaticano ha publicado el mensaje firmado por el prefecto del Dicasterio para el Servicio del Desarrollo Humano Integral, el cardenal Michael Czerny, con motivo del Domingo del Mar, que se celebrará el 14 de julio de 2024. En él, el prefecto ha hecho hincapié en la primera carta de san Pablo a los Corintios, en la que “describe la Iglesia como un Cuerpo con muchos miembros”.
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En ella, continúa el cardenal, san Pablo “señala que incluso los miembros menos visibles de un organismo hacen contribuciones necesarias y significativas al funcionamiento y bienestar del conjunto”.
“En toda la humanidad, la gente de mar se encuentra entre los miembros menos visibles. Sin embargo, es a través de sus esfuerzos ocultos que muchas de nuestras necesidades nos llegan. Experimentan la belleza ilimitada de la naturaleza en los mares, pero también encuentran oscuridad física, espiritual y social”, ha explicado.
Abrazar al extraño
Reconociendo a los marinos, cada año, el segundo domingo de julio, conocido como Domingo del Mar, “las comunidades católicas de todo el mundo llaman la atención y rezan por todos aquellos que realizan esta labor: las tripulaciones de los barcos que transportan mercancías y quienes las atracan en el del muelle, los estibadores, operadores de remolcadores y estibadores, guardacostas, personal de tráfico y salvamento marítimo, agentes de aduanas y pescadores, y todos aquellos con quienes colaboran, además de sus familias y comunidades”, ha explicado el cardenal.
En este sentido, ha recordado que “la Iglesia está llamada a servir a cada miembro de la familia humana”. “Debido a que los marinos provienen de todos los países y religiones de todo el mundo, incluirlos en la vida y el ministerio de la Iglesia permite un crecimiento en la comprensión mutua y la solidaridad entre todos los pueblos y religiones”, ha apuntado.
“El llamado a abrazar al extraño puede desafiarnos cuando preferimos permanecer social y espiritualmente aislados”, ha recordado Czerny. “No podemos estar abiertos a las posibilidades de la vida si preferimos las comodidades de lo familiar. El camino de la apertura es el camino de la esperanza”.