España

“Apoyo total” del Papa a Helena Maleno, criminalizada por Marruecos: “Seguid trabajando por los migrantes”

  • La fundadora y portavoz de Caminando Fronteras se ha visto con Francisco en Santa Marta
  • Como destaca a Vida Nueva, “es muy consciente de que el número de víctimas sigue creciendo”





La activista española Helena Maleno es la fundadora y portavoz de Caminando Fronteras, asociación con la que denuncia las vulneraciones de los derechos humanos en nuestra frontera sur con Marruecos y desde la que avisa a las autoridades cada vez que una embarcación con migrantes corre el riesgo de hundirse… Labor que le ha costado la persecución política y judicial desde Rabat, que la acusa de estar al servicio de las mafias.



Una criminalización que denuncian muchas entidades. Y, desde ahora, también el papa Francisco. Y es que, el pasado domingo 23, la propia Maleno subió a su cuenta de X (Twitter) una foto con una audiencia con el Pontífice (que tuvo lugar dos días antes, cuando le visitó junto al sacerdote madrileño Javier Baeza y Patricia Fernández Vicens, abogada de la Coordinadora de Barrios) y el siguiente mensaje: “El papa Francisco muestra su compromiso con los derechos de los migrantes. Agradecida de que me recibiera en su casa de Santa Marta. Está muy preocupado por las víctimas de las fronteras y sus familias. Sigue de cerca mi caso de criminalización hasta que se haga justicia”.

Una hora y cuarto

En conversación con ‘Vida Nueva’, ella misma comenta los pormenores del encuentro: “Mantuvimos un encuentro que duró una hora y cuarto. Hablamos muy extensamente sobre la situación en la frontera sur española. Le mostramos las cifras de los últimos cinco meses sobre las rutas migratorias hacia nuestro país, sobre todo la ruta atlántica, y se quedó muy impresionado y preocupado, lamentando las pérdidas de vidas humanas. Es muy consciente de que el número de víctimas sigue creciendo”.

Frente a esta realidad, les llamó a mantener “el compromiso”. Concretamente, “nos dijo: ‘Seguid trabajando por los derechos de los migrantes. Tenéis mi total apoyo’”.

Más adelante, también hablaron “sobre la Iglesia en frontera, que muchas veces es perseguida y criminalizada” por esa entrega a los más vulnerables. Sobre su situación particular, la propia Maleno relata cómo “lamentó mi criminalización y el hecho de que Marruecos haya respondido a Naciones Unidas tachándome de ‘enemiga para la seguridad del país’. Una realidad de riesgo para mi persona que siempre ha sido seguida muy de cerca por la Iglesia local”.

Entierro digno para el niño Moisés

En ese “compartir la realidad”, ambos hablaron “sobre el caso de Moisés, un niño de cuatro años que, después de un año de lucha de la madre para que tuviera un entierro digno, ya consiguió que fuera así la semana pasada en una ceremonia cristiana, lo cual le alegró mucho”.

Finalmente, recordaron con dolor “la masacre de Melilla” de hace dos años, cuando, el 24 de junio de 2022, en la valla, trataron de entrar unos 1.7000 migrantes, la mayoría sudaneses, y hubo una treintena de muertos. De hecho, el Papa grabó para ella un breve vídeo comentando este horror, del que se lamenta así: “No sucedió porque ellos estuvieran perdidos, sino porque les negaron la libertad y los arrinconaron hacia la muerte”.

Haciendo balance del encuentro, Maleno destaca de Francisco “la ratificación de un compromiso por el que hay que seguir luchando por los derechos de las personas migrantes. Hay que defenderlos y hacer todo lo posible para que tengan una vida digna”.

Hace un año, en otra entrevista con ‘Vida Nueva’, Maleno ya denunció que España, junto a Marruecos, lejos de trabajar por el derecho a la vida, no promovía los esfuerzos necesarios para salvar vidas en el Mediterráneo: “La ruta atlántica es, ahora mismo, una de las más mortíferas en el mundo. Esto forma parte de una serie de políticas que se establecen en las fronteras y que se implementan en Grecia, Italia o España basándose en una realidad: hacer morir y dejar morir es una fórmula de control migratorio”.

Algo que se produce “por intereses económicos. El control del movimiento es uno de los grandes negocios del siglo XXI. Mueve muchísimos millones de euros y la militarización de las fronteras y la colonización con terceros países, beneficiando a muchas empresas de venta de armas, que son un gran lobby, bebe de ahí”.

Además, “son políticas construidas sobre el racismo institucional, que ha hecho que aumente el racismo social. Durante mucho tiempo se ha hecho una propaganda con un discurso hegemónico donde se deshumaniza al otro y se normaliza que una persona muera por cruzar una frontera”.

Atacar a la solidaridad

Sobre el hecho de que se persiga a quienes, con muchos menos medios que las administraciones, tratan de salvar miles de vidas, la representante de Caminando Fronteras era muy clara: “Lo que se persigue con la criminalización de personas defensoras es atacar la solidaridad y convertirla en un delito. En mi caso, en los dosieres policiales que pude examinar junto a mi abogada, se indicaba que yo era ‘una traficante sin ánimo de lucro’. Pese a no encontrar ningún beneficio en la actividad que realizaba [avisar públicamente cada vez que una embarcación con inmigrantes corre peligro de hundirse], se insistía en atribuirme ese calificativo. Por lo tanto, lo que se persigue es el propio hecho de ser solidario con esas personas, siendo un grado más allá en la deshumanización”.

En su caso, “conmigo buscaban un caso ejemplarizante… Por eso se pedía una pena durísima, como la cadena perpetua. Así buscaban que el resto de personas que defienden derechos en la frontera tuviesen miedo. En esos momentos, recibí el apoyo de muchas entidades de Iglesia que también están volcadas en la zona, dando comidas, acompañando en hospitales, llamando cuando una persona se está hundiendo en el mar, haciendo un certificado de nacimiento cuando un niño nace en el desierto, enterrando cuerpos en ceremonias dignas y no en fosas comunes… Es terrible que todo esto se persiga. Fue un impacto para todos”.

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Alicia Ruiz López de Soria, ODN







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