Cáritas Argentina pide mayor presencia del Estado

Reclamaron recomponer la política de la integración en los barrios populares ante el avance del narcotráfico

En las vísperas del Día Internacional de la lucha contra el narcotráfico, Cáritas Argentina organizó una conferencia sobre: “Estado o narcotráfico: valor de la integración sociourbana en los barrios populares”, que se llevó a cabo en el barrio IAPI, de la localidad de Quilmes, en el conurbano bonaerense.



Participaron del panel: Oscar Ojea, obispo de San Isidro y presidente de la Conferencia Episcopal Argentina); Carlos Tissera, obispo de Quilmes y presidente de Cáritas Argentina); Gustavo Carrara, auxiliar de Buenos Aires y miembro de Cáritas Argentina); Mario Quintana, ex secretario de Coordinación Interministerial de la Jefatura de Gabinete de Ministros; Sebastián Welisiejko, ex secretario de Integración Socio Urbana de la Nación; Fernanda Miño, ex secretaria de Integración Socio Urbana de la Nación; y Juan Maquieyra, director ejecutivo de TECHO.

Estuvieron presentes también: Marcelo Julián Margni, obispo de Avellaneda-Lanús); Eduardo Redondo, auxiliar de Quilmes); Juan Carlos Romanín, emérito de Río Gallegos; María Migliore, ex Ministra de Desarrollo Humano y Hábitat de la Ciudad Autónoma de Buenos Aires; y sacerdotes que viven y trabajan en las villas.

El objetivo de este evento fue pensar el presente y futuro de los barrios populares ante el avance del narcotráfico. Se dialogó sobre la necesidad de la presencia inteligente del Estado, los consensos, el diálogo entre personas de diferentes sectores y el protagonismo de la comunidad.

“Abunda la necesidad”

Cada uno desde su mirada habló de la importancia de contar con políticas públicas que nazcan del consenso para avanzar en la integración sociourbana, teniendo en cuenta que en más de 6467 barrios populares viven alrededor de 7 millones de personas.

El obispo anfitrión, Tissera, dio la bienvenida y mencionó al Santo Cura Brochero que, en su momento, le escribió al gobernador, diciéndole: “acá lo que abunda es la necesidad”. Dijo que, lamentablemente, hoy desde el conurbano profundo siguen alertando con la misma frase: abunda la necesidad. Por tal motivo, hizo un llamado a todas las personas de buen corazón a trabajar mirando dónde está la necesidad porque todos los proyectos son bienvenidos.

Romina Segovia, referente del Centro Comunitario San Francisco de Asís (diócesis de Quilmes) indicó que están trabajando en cosas concretas. En dicho centro reciben a los jóvenes con la convicción de que es lo que hay que hacer porque están viviendo momentos de extrema necesidad. Los mismos vecinos están gestionando la mano de obra, con procesos de formación en oficio. “La organización comunitaria es posible”, aseveró.

Encuentro y diálogo

Por su parte, Ojea recordó que en el año 2016 Mario Quintana, vicejefe de gabinete del gobierno de ese entonces, le propuso reunir a las organizaciones sociales, incluida TECHO, con Cáritas. Ese proceso partió del concepto de integración (asfalto, construcción), diferenciándolo del de separación. Cree que es imperioso que el Estado, “cuidando todos los mecanismos que hacen a la transparencia”, esté presente en los barrios, porque de lo contrario esos territorios se entregan al narcotráfico.

Sebastián Welisiejko resaltó el término encuentro, porque anteriormente no había nada, Lo más importante era que fue un encuentro de hacedores porque allí se gestó una política pública. Estimó que no se puede avanzar en una sociedad dividida y la desintegración urbana es la manifestación de la desigualdad. Antes se hablaba de erradicación; hoy, de integración. Hay que salir al encuentro con el otro.

Mario Quintana indicó que preocupa la inflación, el déficit fiscal, pero también importan estos problemas, que no se solucionan sacando los recursos a los que menos tienen. Hacer integración urbana fue una decisión de las más inteligentes porque generó consenso (que debemos honrar) y la ley fue unánime. El camino ahora es corregir errores sin demonizar, porque está en juego es el sufrimiento de muchos. Está en juego es el avance del narcotráfico. “Mi llamamiento es a un abrazo, a ser serios en palear el sufrimiento humano. Tenemos que dejar la desconfianza de lado y llamar al abrazo entre hermanos”.

Volver a las políticas de integración

Fernanda Miño aseguró que al no estar vigente la política de integración sociourbana, lo que no se puede frenar es el avance del narcotráfico. Quienes se quedan sin trabajo quedan a merced de estas organizaciones, producto de la retracción del Estado. Además, dijo que hoy los barrios están en la desesperación de qué van a tener para comer. Pidió, entonces, volver a esta política donde no hay diferenciación de partidos ni de ideas para resolver los problemas.

Juan Maquieyra pidó generar otra vez ese consenso, tender puentes y generar el encuentro “hasta que duela”. El camino tiene que ver con el encuentro, y con lo aprendido, animarse a sentarse con el que piensa distinto, porque está seguir que es posible animarse a esta patriada.

Carrara indicó que cuando hablamos de integración quieren decir que los vecinos de los barrios populares piensan, sienten, no solo padecen las injusticias sino que generan soluciones para resolverlas. Ellos tienen que estar sentados en la mesa de las decisiones: cómo quieren vivir, qué es lo que anhelan.

“Hay que buscar caminos alternativos para hacerla dialogar. Porque hay urgencias, y es claro que no se puede recortar por los más pobres… desde el punto de vista cristiano, es un pecado”. Finalmente, pidió una presencia inteligente y necesaria del Estado “porque sino el narcotráfico va avanzando y mata personas en concreto, hipoteca la vida de niños y adolescentes“.

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