Juan José Zuñiga, excomandante general del Ejército de Bolivia y destituido por el presidente Luis Arce, ingresó a la fuerza con varios tanques y militares al Palacio Quemado, amenazando con tomar el edificio.
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El militar acusó a Arce de maniobras políticas para cambiar el gabinete de ministros, lo que “no puede seguir así nuestro Estado. Queremos recuperar la patria, basta de empobrecer a nuestra patria”.
Zuñiga, en el cargo desde noviembre de 2022, fue removido tras sus declaraciones contra Evo Morales – antes mentor de Arce, hoy enconados adversarios – quien aspira a una reelección en 2025.
“Legalmente está inhabilitado, ese señor no puede volver a ser más presidente de este país”, declaró a una televisora.
Espacios de diálogo
Los obispos bolivianos han suscrito un comunicado en el que abogan por la concordia y la paz: “Dichosos los que trabajan por la paz, porque serán llamados hijos de Dios”.
Han señalado que frente a “los acontecimientos suscitados el día de hoy, de la presencia militar en inmediaciones del Palacio de Gobierno, repudiamos toda acción que va en contra de perturbar la estabilidad democrática de nuestro país”.
Señalaron que “la convivencia pacífica debe ser garantizada por toda institución pública” toda vez que “llamamos a que se respete el orden constitucional y se busquen espacios de diálogo para solucionar los conflictos”.
Foto de portada: EFE