Suenan como auténticos ángeles. Han dado un punto de aparente renovación a la música sacra. Tienen más de medio millón de suscriptores en YouTube. Y se presentan públicamente como “un ensamble conformado por cuatro hermanos, tanto de sangre como en espíritu” que se dedican “glorificar a Dios y elevar las almas hacia Él”. Con este punto de partida, el cuarteto Harpa Dei organizó una gira de conciertos, adoraciones, horas santas y misas tridentinas para este mes de junio por templos de once ciudades españolas, pertenecientes a seis provincias distintas: Madrid, Santa Cruz de Tenerife, Las Palmas, Jaén, Salamanca, Granada y Murcia.
Este periplo de conciertos se ha visto frustrado en algunos casos tras descubrirse que, detrás de los cuatro intérpretes de Harpa Dei se encuentra Agnus Dei, una asociación de fieles que suprimió en 2018 el obispo de Santo Domingo de Educador, Bertram Viktor. El decreto episcopal latinoamericano ratifica abusos de menores por parte de su fundador, Herbert Grundberger, conocido como el hermano Elija. Además el decreto añade que “las críticas al magisterio del Papa Francisco en blogs de acceso público por parte del Hno Elija, hacen dudar de la absoluta fidelidad al magisterio”. Aunque Grundberger no participa en las giras, si comparte sus reflexiones en el canal de YouTube de Harpa Dei.
Tras diversas advertencias lanzadas por ‘Vida Nueva’, al menos el arzobispo de Toledo, Francisco Cerro, y el obispo de Murcia, José Manuel Lorca Planes, habrían suspendido los conciertos en sus territorios eclesiásticos.
El mayor experto en sectas de España, Luis Santamaría hacía alusión directa a Harpa Dei en ‘Las (sin)razones del sedevacantismo actual’, el Pliego que Vida Nueva dedicó este mes de marzo. El investigador apuntaba que “no estaba previsto en el plan inicial de estas páginas, porque se refieren a Francisco como pontífice, pero el pasado mes de diciembre, tras la publicación de ‘Fiducia supplicans’, su líder, el Hermano Elías, ha dado un paso importante al decir que no solo estamos viviendo un ‘pontificado descarriado’ en el que opera ‘un espíritu blasfemo'”.
Santamaría recoge unas reflexiones del llamado Hermano Elías que resultan alarmantes: “¿A quién obedecemos: a Cristo y a su Iglesia con un auténtico magisterio, o a un Papa que ha perdido el rumbo y que, con justa razón, puede identificarse como un ‘falso profeta’, que lleva por mal camino a la Iglesia y a la humanidad? Cada uno debe tomar su decisión, y conviene que lo haga pronto. ¡Tal vez sea la última oportunidad!”.