El papa Francisco continúa alejándose del secretismo que en el pasado dominó sobre las finanzas y donaciones vaticanas y con motivo de la jornada de la caridad del Papa se ha publicado un informe sobre lo recibido a través de conocido Óbolo de San Pedro. Este Día del Papa, en la jornada de san Pedro y san Pablo, se traduce en una colecta que se celebra en las iglesias de todo el mundo en torno a esta fecha, este año con el lema: “Estad alegres en la esperanza, firmes en la tribulación, perseverantes en la oración” (Rm 12,12).
Frente a la falta de transparencia que ha imperado en el organismo que se ha visto tocado con la crisis abierta con la gestión de las finanzas en la Secretaría de Estado y su juicio posterior; la campaña, reiteran sus impulsores, “encierra la incansable invitación del Papa en este período histórico: no perder nunca la esperanza y dirigirse con fe a Dios en todas las pruebas por las que pasamos” y, señala el Vaticano en un comunicado, “es una oportunidad para rezar de manera especial por el papa Francisco, y la contribución recaudada servirá para apoyar su misión”.
En concreto en 2023 los donativos han sido unos 52 millones de euros, habiéndose destinado a las obras de caridad del Papa 109,4 millones de euros. En 2022 se recaudaron 107 millones de euros –más del doble que el ejercicio pasado– y se invirtieron 95,5 millones. Hay que decir también, que el volumen de ingresos de 2022 aumentó considerablemente por una importante plusvalía gracias a la venta de inmuebles. En el primer informe público, en el de 2021, las aportaciones fueron de 46,9 millones y se gastaron 65,3 millones de euros. Volviendo a 2023, las entradas principales, 48,4 millones, provienen de las colectas de esta jornada, los legados de herencias y directamente a través de la web del Óbolo. En cuanto los donantes, las diócesis suponen el 64,4% –ganado por goleada los Estados unidos que suponen un 28,1% de ese procentaje seguido de Italia con un 6,4%; España cierra el top 10 por debajo de la República Checa con el 0,8%–, los privados el 4,4%, las fundaciones el 28,8% y las órdenes religiosas un 2,4%.
En cuanto a las aportaciones, 103 millones de euros –más de tres millones y medio procedentes de los activos propios generados– se ha destinado a las misiones apostólicas de la Santa Sede y 13 millones al apoyo proyectos de asistencia directa a los más necesitados. Entre los receptores destaca Europa pero porque se financias muchas becas de estudios de sacerdotes, seminaristas y religiosos de otras regiones en las universidades pontificios. En el informe de 2023 están incluidos los 800.000 euros destinados a Ucrania. También el Vaticano se encarga de impulsar algunos proyectos en las diócesis más jóvenes habiendo apoyado la construcción de catedrales y otros equipamentos en Guatemala, Tanzania, Albania, Ruanda, Senegal, Costa de Marfil, Bangladesh o Myanmar.
Directamente para la misión apostólica del Papa se han destinado 90 millones de euros, a través de servicios y administración, gestión del patrimonio y apoyo a esta misión a través de los gastos de los 68 entes entre dicasterios, entidades y organismos –como las nunciaturas o instituciones académicas– al servicio del Papa. Así, la Curia ha recibido 370,4 millones de euros en 2023, de los cuales unos 90 millones de euros (es decir, el 24%) fueron cubiertos por el Óbolo.