Capturados los ladrones de 1.000 kilos de crucifijos de los cementerios de Toledo

La Guardia Civil ha desarticulado a los siete integrantes de una banda y ha incautado cuantioso material sustraído de diferentes camposantos

La Guardia Civil ha desarticulado este lunes, 1 de julio, a una banda de asaltadores de cementerios que llegó a robar más de 1.000 kilos en crucifijos de cobre de diversos cementerios de la provincia de Toledo. Uno hechos que no se han producido en un par de localizaciones aisladas sino que han llegado a muchas de las poblaciones toledanas que han ido denunciando los hechos en las últimas semanas generando mucha inquietud en la zona, según han ido recogiendo los medios locales.



Operación Pásmalo

Lucillos, Cebolla, Erustes, Lagartera, Gamonal, Torrijos, Bargas, Los Yébenes, La Guardia, Noblejas o Santa Cruz de la Zarza son solo algunos de los cementerios saqueados, algunos de ellos dotados incluso con videovigilancia. Tras la detención de siete integrantes de esta banda por parte de la Guardia Civil dentro de la Operación Pasmulo –término caló que significa medio muerto–, que ha permitido la detención de los siete integrantes de la banda.

En concreto cinco de estos detenidos han sido acusados de presuntos autores materiales de los robos y los otros dos como presuntos responsables de los delitos de receptación, ya que supuestamente eran los encargados de recibir los crucifijos y trocearlos para su posterior fundición, según ha informado la Comandancia de Toledo en un comunicado de prensa en el que ha difundido las imágenes del material incautado.

En total se han contabilizado 19 delitos de robo en 19 camposantos con más de 2.000 personas afectadas por dichos robos. Para llegar a la detención han tenido que intervenir la Unidad Orgánica de Policía Judicial de Toledo, el Equipo Territorial de Policia Judicial de Talavera de la Reina y el Equipo Roca de Illescas. Los crucifijos se llevaban a Madrid y se han podido recuperar 90 de ellos, procedentes del El Casar de Escalona. También se ha recuperado diversa documentación relacionada con las compras y ventas del material robado, así como una trituradora con restos pequeños de crucifijos y dinero en efectivo por valor de 17.440 euros. Tras la detención, los cementerios parecen haber recuperado la paz.
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