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El falso obispo ataca a la ex abadesa de Belorado: “Me siento decepcionado”

“Nos dijeron que nos fuéramos sin más”, desvela Pablo de Rojas en conversación con Vida Nueva sobre su salida del convento de las clarisas cismáticas





“La verdad es que me siento bastante decepcionado”. Es la reflexión que lanza el falso obispo excomulgado Pablo de Rojas a ‘Vida Nueva’ al preguntarle por los sentimientos que afloran en él con respecto a la ex abadesa de las clarisas de Belorado, sor Isabel de la Trinidad.



En conversación con esta revista, el fundador de la llamada Pía Unión San Pablo Apóstol arremete con la monja defenestrada por la Santa Sede después de que les echaran del monasterio el pasado lunes 22 de junio: “Sin más, nos dijeron que teníamos que abandonar el recinto sin mayor motivo ni explicación. Dijeron que nos iban a enviar un correo electrónico para explicarnos los motivos, pero no ha sido así”.

El comienzo de la relación

Se daba por terminada así la vinculación entre la comunidad cismática y la Pía Unión, que se había rubricado unas semanas antes, cuando el 8 de mayo la malograda priora firmó en nombre de otras nueve consagradas el llamado ‘Manifiesto Católico’ que rechaza el Concilio Vaticano II y la autoridad de cualquier papa posterior a Pío XII. Desde ese día se pusieron bajo la batuta religiosa de Pablo de Rojas y su colaborador, José Ceacero.

“En esta relación -explica De Rojas- fueron ellas a las que se pusieron en contacto con nosotros, con la Pía Unión. Tuvimos un tiempo de discernimiento y el 12 de mayo, fuimos a Belorado, después de que se hubieran puesto bajo la jurisdicción de un servidor”. Sobre esos días, recuerda que “todo marchó bien, tampoco estábamos asentados, viviendo en Belorado, pero las asistíamos espiritual y sacramentalmente”.

Giro inesperado

Sin embargo todo cambió ese lunes 22 de junio: “Todo iba bien, de manera natural, el domingo previo celebramos la santa misa, después tuvo lugar la exposición del Santísimo Sacramento y se armó todo con normalidad. El lunes también se celebró todo sin problema alguno. Después, por medio de un comunicado, por un mediador, nos llegó la invitación de las monjas a irnos”.

Monjas clarisas del convento de Belorado (Burgos)

“No aceptamos esa mediación”, desvela sobre esos tensos momentos previos a su salida del cenobio. En aquel momento dentro del convento se encontraban junto a las religiosas el equipo jurídico contratado por ellas. “Don José se presentó donde estaba la abadesa reunida, pidió explicaciones y dijo que las mandaría por correo electrónico, pero no las ha mandado”, relata el fundador de la Pía Unión.

Nueva coyuntura

Desde entonces, nada más han sabido de sus compañeras de desventuras: “No creo que se vuelvan a poner en contacto con nosotros. Pero, si, ante una nueva coyuntura, la abadesa requiriera nuestra presencia, en vista de la irracionalidad con la que se ha actuado, se declinaría. Es irreversible. Hemos desaparecido de todo lo que tiene que ver con Belorado”.

Tampoco creen que la abadesas y sus compañeras vayan a encontrar ahora ‘capellán’ alguno que las quiera asesorar espiritualmente: “Evidentemente, después de toda esta mediación pública y lo que han hecho con la Pía Unión, eso va a servir como detrimento para que cualquier obispo quiera acercarse”.

Operación económica

Al paso, vuelven a desmentir que tuvieran interés inmobiliario alguno en su acercamiento a las religiosas amonestadas por la Santa Sede. “En absoluto”, señala rotundo De Rojas. Justo después recuerda que  “aparecimos en escena porque ella nos lo pidieron, ellas fueron quienes se pusieron en contacto y cuando ellas han pedido que desaparezcamos, así lo hemos hecho”.

¿Se sienten, por tanto, víctimas de los intereses de la ex abadesa? “No le sabría decir -responde en un primer momento-, puesto que tampoco nos han dado unas explicaciones”. A renglón seguido añade: “La verdad es que sí, me siento bastante defraudado, tanto en cuanto nosotros le hemos apoyado en todo y recibir esta invitación a dejar de acompañarlas nos parecía inverosímil. Porque le hemos apoyado en todo”.

Futuro con normalidad

Mientras el falso obispo se encuentra en Bilbao, su portavoz se ha refugiado en Alar del Rey, la localidad palentina donde la Pía Unión dice tener su seminario mayor. Ceacero ha declinado hacer declaraciones y delega cualquier meditación pública ante su jefe. “Seguiremos con el mismo apostolado que teníamos antes. Yo sigo en Bilbao y además, ahora estamos en tiempo estival. Aprovecharé para descansar. Todo se seguirá con normalidad”, anuncia De Rojas. Y deja caer que “la relación con Belorado no formaba parte de nuestra vida ordinaria y una vez que hemos salido, continuamos con nuestra vida”.

José Ceacero

Sobre los errados rumores de que las clarisas cismáticas de Belorado podrían sumarse a un posible movimiento ligado al ex nuncio estadounidenses en proceso de excomunión, Carlo Maria Viganò, no lo ve viable: “No tienen nada en común. Incluso habrán intentado ponerse en contacto. Conociendo a la abadesa, en cuanto ha declinado la respuesta, se ha quitado lo que había en comunicación”.

Tampoco cree que de hoy para mañana, sor Isabel de la Trinidad y las otras monjas castigadas por Roma cambien su hábito de religiosas católicas: “También existen clarisas que son sedevacantistas en Brasil y en diferentes puntos. Es cierto que podrían hacer alguna reforma en el hábito o algún distintivo para distinguirse, no estaría mal”.

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