La comisión de Tierra Santa constata en un documento público que no se dan las condiciones marcadas en el Catecismo para llegar a un enfrentamiento de estas características
La Comisión Justicia y Paz de Tierra Santa ha cuestionado en un documento público y mostrado su rechazo al uso de la expresión “guerra justa” para justificar lo que está sucediendo en Gaza durante los últimos meses. En su comunicado reclaman que “como católicos de Tierra Santa, que compartimos la visión del papa Francisco por un mundo en paz, estamos indignados de que los actores políticos en Israel y en el extranjero estén utilizando la teoría de la ‘guerra justa” para perpetuar y legitimar la guerra en curso en Gaza”.
El empleo de este término clásico de la Doctrina Social de la Iglesia y el Catecismo en su número 2.309, denuncian, está “causando alarma entre nosotros los cristianos, se utiliza cada vez más como arma para justificar la violencia en curso en Gaza”. Un concepto reservado para situaciones extremas y sin alternativas o como reacción armada con una perspectiva razonable de éxito que no debe causar destrucción y sufrimientos a las personas inocentes que sean mayores que el mal que se quiere eliminar, según recoge la Agencia Fides.
Por ello, para la comisión tras “los horribles ataques del 7 de octubre contra instalaciones militares, zonas residenciales y un festival de música en el sur de Israel por parte de Hamás y otros militantes y la catastrófica guerra emprendida en respuesta por Israel”, hay “altos cargos católicos, empezando por el papa Francisco, han pedido continuamente un alto el fuego inmediato y la liberación de los rehenes. Los teólogos de la moral católica de todo el mundo también han subrayado que ni los ataques de Hamás del 7 de octubre ni la devastadora guerra de respuesta de Israel cumplen los criterios de una ‘guerra justa’ según la doctrina católica”.
Para Justicia y Paz la dudosa aplicación de la teoría de la “guerra justa” a los conflictos modernos es algo solo posible “en casos muy raros” con el actual desarrollo armamentístico. “La manipulación del lenguaje de la teoría de la guerra justa no se limita a las palabras: está teniendo resultados tangibles y fatales” apunta ante el argumento de la proporcionalidad.
Además, concluyen, que los católicos de la zona “queremos dejar claro que nosotros, y nuestra tradición teológica, no debemos ser utilizados para justificar esta violencia”. “El testimonio que damos no es de guerra, sino de amor transformador, de libertad e igualdad, de justicia y paz, de diálogo y reconciliación”, proponen como alternativa.