“Rezo por las almas de las dos hermanas de Barcelona que, desgraciadamente, se quitaron la vida, horas antes de ser desahuciadas”. Así se ha mostrado el arzobispo de Barcelona, el cardenal Juan José Omella, a través de un post en la red social X. Estas mujeres, de 64 y 54 años, se quitaron la vida en la madrugada del 1 de julio en el distrito de Sant Andreu de la capital catalana antes de ser desalojadas del piso por impago del alquiler.
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Derecho a la vivienda
Las dos mujeres se han precipitado por el patio interior del edificio pasadas las cuatro y media de la mañana. El propietario del inmueble presentó la demanda en mayo de 2023, por impago desde marzo de 2021 por los que se le adeudaban 9.000 euros, según ha confirmado el Tribunal Superior de Justicia de Cataluña (TSJC). Esta situación, para el cardenal, es una muestra de que “hace falta una acción coordinada de todas las administraciones públicas, las entidades y la ciudadanía para que el acceso a la vivienda no sea una pesadilla”.
En este sentido, el cardenal remite a su última carta dominical en la que denuncia que “la exclusión residencial es un problema grave en nuestra diócesis”. En su escrito del 30 de junio también reclamaba que “se debería hacer una reflexión por parte de todos los estamentos sociales implicados que condujera a actuaciones efectivas en favor de este derecho humano fundamental”.
