A un mes del proceso electoral de junio del 2024, el país “está de pie y la vida sigue adelante, con el aporte de pequeñas y grandes acciones de millones de mexicanos en su trabajo de cada día, también con la responsabilidad de los gobernantes y, sobre todo, con los anhelos de las jóvenes generaciones que heredarán lo mejor de México y se convertirán, pronto, en responsables de su presente”.
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Así lo expresaron los obispos de México en una carta dirigida al Pueblo de Dios, en la que destacaron el ejemplo de civilidad democrática que dio la ciudadanía el pasado 02 de junio. “Muchos ciudadanos podrán sentirse satisfechos, otros, por distintos motivos muy válidos, han vivido los resultados con frustración, pero entre unos y otros debe haber respeto para construir juntos nuestro futuro“.
En este sentido, los obispos hicieron un llamado a que no prevalezca el sentimiento de vencedores o vencidos, sino el de ciudadanos de la misma patria que deben construir con el talento de todos, sin exclusión.
Hacia el fortalecimiento de los tres poderes del Estado
“México debe ser tierra de libertad y oportunidades para todos, en un ambiente de justicia y paz que todos anhelamos”.
Cabe mencionar que los obispos de la Iglesia Católica en México ya han felicitado en su momento a la virtual presidenta Claudia Sheinbaum Pardo, y a quienes han sido elegidos para algún cargo popular.
Incluso, han destacado como un hecho histórico el tener por primera vez a una mujer al frente del Poder Ejecutivo, reconociendo lo que, de manera propia, puede aportar la mujer a la sociedad.
Ahora, los obispos hacen un llamado a la próxima presidenta para que dirija sus decisiones y primeras acciones, hacia la construcción de la unidad nacional, la inclusión de todos en el proyecto de nación, hacia el fortalecimiento y autonomía de los tres poderes del Estado, y hacia la vigencia plena del Estado de Derecho.
A los ciudadanos en general, los obispos piden ir más allá de la contienda electoral y ser conscientes de que el futuro del país necesita de todos, jóvenes y adultos, sociedad civil y fuerzas armadas, comunicadores y educadores, empresarios y líderes sociales, obreros y campesinos, profesionistas, comerciantes y toda la clase laboral.
“La construcción de un México más justo y fraterno es tarea de todos. Esta convicción sigue vigente hoy más que nunca, y nos llama a trabajar unidos por el bien común de nuestra nación, superando divisiones y construyendo puentes de diálogo y reconciliación”.
Por ello, exhortaron al Pueblo de México a dirigir su mirada y esfuerzos para superar la desigualdad social y la pobreza: “debemos tener como prioridad el bien común, para lograr mejores oportunidades para todos, debemos anhelar la superación de la violencia y la criminalidad que tanto mal nos causa, debemos buscar cómo construir la paz y la armonía entre todos”.
Finalmente, como Iglesia católica, expresaron su compromiso con el diálogo, la cultura del encuentro y la reconciliación: “Santa María de Guadalupe, Madre de México, guía nuestros pasos hacia un futuro prometedor. Con afecto pastoral y como hermanos en la fe, invocamos la bendición de Dios sobre todo el pueblo mexicano. Que la gracia del Señor nos acompañe en este camino de unidad y esperanza”, concluyeron.