Vaticano

El Vaticano, sobre los mensajes de la vidente mariana Pierina Gilli: “No contradice la doctrina de la Iglesia”

  • En una carta al obispo de Brescia, el prefecto Victor Manuel Fernández no entra en verificar las supuestas apariciones de la Virgen en Fontanelle di Montichiari
  • El cardenal ve “aspectos positivos” en sus narraciones, pero matiza que “hay que evitar la imagen de María como mediadora ‘pararrayos’” que difundía la mujer





El Dicasterio para la Doctrina de la Fe “no ha encontrado” elementos que “contradigan directamente la enseñanza de la Iglesia católica sobre la fe y la moral” en las presuntas apariciones marianas -más de ochenta- que habrían tenido lugar entre 1947 y 1966 en la localidad italiana de Fontanelle di Montichiari.



Así lo ha puesto de manifiesto el prefecto de este ‘ministerio’ vaticano, el cardenal Víctor Manuel Fernández, en una carta fechada el 5 de julio y dirigida al obispo de Brescia,  Pierantonio Tremolada. En la misiva, el purpurado analiza la devoción existente a María Rosa Mística, de la que habría sido testigo la vidente Pierina Gilli, una campesina que nació en 1911 y murió en 1991 que siempre huyó de toda fama y enriquecimiento vinculados a los fenómenos que decía experimentar.   “La propuesta espiritual que se desprende de las experiencias narradas por Pierina Gilli en relación con María Rosa Mística, no contiene elementos teológicos o morales, contrarios a la doctrina de la Iglesia”, sentencia el prefecto en su escrito.

Profundo estudio

Aunque Roma nunca ha reconocido las apariciones, y tampoco lo hace ahora, el obispo de Brescia ha legitimado el enclave hasta tal punto que en diciembre de 2019 erigió el santuario diocesano Rosa Mística-Madre de la Iglesia. Aunque Doctrina de la Fe recuerda que su análisis no se adentra en “establecer la eventual sobrenaturalidad” de los hechos que acontecerían en el enclave italiano, sí lleva a cabo “una valoración doctrinal-pastoral de cuanto brota de su difusión” después de estudiar un profundo estudio.

“En los hechos conexos con esta experiencia espiritual, no se encuentran tampoco aspectos morales negativos, ni otros elementos merecedores de crítica alguna”, sentencia Fernández, que en cambio expone que sí “se pueden hallar diversos aspectos positivos que sobresalen en el conjunto de mensajes, como también otros que, siendo igualmente positivos, sin embargo, merecerían algún tipo de aclaración, a fin de evitar malentendidos”.

Sin vanagloria

Este subrayado resulta especialmente interesante, teniendo en cuenta la contundencia con la que hace apenas unos días Doctrina de la Fe tumbó los falsas lágrimas de sangre de una imagen de la Virgen y la multiplicación de pizzas y ñoquis por parte de la errada vidente, Maria Giuseppa Scarpulla, en Trevignano.

En el caso Fontanelle di Montichiari, el Vaticano hila fino y pone en valor cómo los diarios de Pierina Gilli “traslucen una humilde y completa confianza en la acción materna de María”, alejados de “vanagloria, autosuficiencia o vanidad”. Por el contrario, la Santa Sede precisa que “existen expresiones no son siempre adecuadas, que requieren una interpretación en vista a una aclaración según el mensaje viviente del Evangelio”. En concreto, Doctrina de la Fe matiza que hay textos “llenos de afecto” en los que se atribuyen a la Virgen funciones ante Cristo “que pueden ser fácilmente malinterpretadas”.

La caridad en el centro

De hecho, el cardenal explicita que “hay que evitar esta imagen de María como mediadora ‘pararrayos’, utilizada con frecuencia en otros tiempos y heredada también por Pierina”. En esta misma línea, se alerta de que “la presencia de tres rosas identificadas como ‘oración – sacrificio – penitencia’ podría parecer reductiva si se interpretara como una propuesta válida para todos los fieles”. Doctrina de la fe aclara que “debemos evitar presentarla como si fuese el núcleo, el centro o la síntesis del Evangelio, que sólo puede ser la caridad”.

En este conjunto de precisiones, la Santa Sede pone en cuarentena expresiones que utiliza Pierina Gilli, como  “María Redención”; “María de Gracia”; “María Mediatriz” y otras similares. “Jesucristo es nuestro único Redentor”, sentencia el purpurado, que asevera de la misma manera que “sólo el Señor puede actuar en el corazón de las personas otorgando la gracia santificante que eleva y transforma”. “En esta acción que solo Dios puede hacer en lo profundo sin descuidad nuestra libertad, no hay otra mediación posible, ni siquiera de la Santísima Virgen”, detalla. “Su cooperación -continúa el prefecto en su argumentario- debe ser entendida siempre en el sentido de su intercesión materna y en el ámbito de su ayuda”.

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Alicia Ruiz López de Soria, ODN







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