“El Sínodo ya está teniendo un impacto significativo y multidimensional en las iglesias locales, estimulando cambios espirituales, estructurales y pastorales”. Así lo ha afirmado el cardenal Jean-Claude Hollerich, SJ, relator general de la XVI Asamblea General Ordinaria del Sínodo, al presentar hoy en rueda de prensa el ‘Instrumentum laboris’ de la II Sesión, que se celebrará en octubre.
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El también arzobispo de Luxemburgo ha centrado su exposición en los frutos de este proceso. “Lo que más resalta al leer no solo los informes, sino también las experiencias y buenas prácticas que han llegado a la Secretaría General, es que el proceso sinodal ha sido y es un tiempo de gracia que ya está dando sus frutos numerosos frutos en la vida de la Iglesia”.
Según Hollerich, “los informes testimonian unánimemente, sin ocultar los trabajos y las dificultades de la conversión sinodal, también un sentimiento de alegría y gratitud”.
Así, ve diferencias entre los recibidos en la I Sesión y ahora. “Si los primeros subrayaron más la resistencia y la oposición al proceso sinodal, estos informes subrayan más el cansancio y la fatiga de un camino de conversión que no es inmediato”, ha explicado.
Sobre las peticiones, ha destacado que son varias las voces que piden “una Iglesia de relaciones, no burocrática ni de estructuras”. En este sentido, ha dejado claro que “el Sínodo ya está cambiando nuestro camino de ser y vivir la Iglesia independientemente de la Asamblea de octubre”, pues la evolución “muestra claramente el dinamismo de la conversión y la reforma en marcha”.
Un trabajo coral
Por su parte, el cardenal Mario Grech, secretario general de la Secretaría del Sínodo, ha insistido durante su intervención en que “el camino sinodal ha continuado caracterizándose por un ejercicio de escucha profunda”.
El purpurado ha hecho un recorrido por los trabajos realizados desde 2021 hasta hoy mostrando su alegría por que este ‘Instrumentum laboris’ haya sido tejido por tantas manos: “Se creó así un colorido concierto de voces, una verdadera polifonía, rica en timbres y acentos”.
Así, ha mostrado su esperanza de que “este proceso de escucha prolongada y diferenciada ayude a la Iglesia sinodal a discernir la Palabra de Jesús para los hombres y mujeres de hoy, una palabra que tiene la fuerza de fortalecer a los mensajeros del Evangelio, sanar las heridas de la humanidad y encender esperanza en nuestros corazones”.
Tensiones y diaconado femenino
Por su parte, los sacerdotes Riccardo Battocchio y Giacomo Costa, SJ, secretarios especiales de la XVI Asamblea General Ordinaria del Sínodo, han dado los detalles del texto presentado.
En su intervención, el jesuita no ha obviado que “ha habido y hay tensiones y conflictos”. “Aceptar el hecho de que la Iglesia no es homogénea sino armoniosa, y que esta armonía es un don del Espíritu, es un fruto del camino sinodal. Desde esta perspectiva, sería bueno que todos, empezando por nosotros hoy aquí presentes, pudiéramos anteponer cada vez más esta armonía, y no las ideas, las ideologías o los intereses, acabando destruyendo lo que decimos querer preservar”.
Battocchio, al hablar sobre los temas recogidos en el documento, se detuvo en el diaconado femenino, haciendo hincapié en que “el ‘Instrumentum laboris’ reconoce que es bueno que continúe la reflexión teológica sobre el acceso de las mujeres al ministerio diaconal”.