La Red Eclesial Latinoamericana y Caribeña de Migración, Desplazamiento, Refugio y Trata de Personas pide no culpar a los migrantes del daño en el ecosistema
La Red Clamor en Panamá, integrada por diferentes organizaciones eclesiales que acompañan a la población migrante, refugiados, desplazamiento forzado y víctimas de trata, se pronunció respecto a “los recientes giros en las políticas nacionales en torno al tema migratorio”.
Y es que, recientemente el nuevo gobierno del presidente José Raúl Mulino llevó a cabo el cierre (con alambre de púas) de tres de los pasos en la selva del Darién por donde cruzan migrantes que pretenden llegar hasta Estados Unidos, procedentes de Venezuela y otros países.
De acuerdo con el Servicio Nacional de Fronteras de Panamá, esas medidas se efectúan con el objetivo de tener el control de la migración irregular masiva, en esa zona por la que se calcula que han atravesado, tan solo en 2024, más de 195 mil personas.
En ese sentido, la Red Eclesial Latinoamericana y Caribeña de Migración, Desplazamiento, Refugio y Trata de Personas (Red Clamor) expresó que “es verdad que esta realidad migratoria deja una huella que afecta el ecosistema. Pero no se puede señalar como causantes del problema a los migrantes y eximir de responsabilidad a quienes lucran impunemente con la tala indiscriminada ante la pasividad de los que deben velar por el medio ambiente”.
Para la Red Clamor, los “esfuerzos que nuestros gobiernos han hecho no han sido suficientes para responder a esta realidad, sobre todo porque están marcados por la visión de la seguridad nacional, y desconocen el elemental derecho a la vida, una vida digna y en abundancia”.
“Desde nuestros carismas hemos querido ser Iglesia que sale al encuentro como madre de todos, especialmente de quienes más sufren. Hablamos de las poblaciones migrantes y de nuestros hermanos de las comarcas Emberá-Wounaan y Wargandí, y de las comunidades de vulnerabilidad en las periferias de la gran ciudad”, añadió la Red Clamor.
Y detalló que ambos pueblos son los grandes ausentes de los relatos que los medios de comunicación transmiten de forma constante. “No podemos guardar silencio ante el histórico olvido de nuestras comunidades originarias y de los sectores de la periferia a su derecho de ser parte de un país que pareciera ser para unos pocos”.
La Red Clamor denunció, además, que algunos medios de comunicación han sido generadores de desinformación y en muchos casos de rechazo al extranjero (xenofobia) y al pobre (aporofobia).
Y es que -dijo- “han creado una narrativa que culpa a las poblaciones migrantes de la criminalidad, el desempleo, la destrucción ecológica, llegando a decir que se ‘gasta más en los migrantes que en los panameños pobres’”.
“Pedimos que no revictimicen a quienes han tenido que salir de sus países en la búsqueda de un sueño que para muchos se transformó en pesadilla”.
Las organizaciones integrantes de Red Clamor expresaron su deseo de “ser una comunidad de acogida, protección, promoción e integración, sin dejar fuera a nadie, porque no son un descarte, todos cabemos en esta casa común”.
Finalmente, pidieron al gobierno de ese país que se abra al diálogo, “a la solidaridad y la misericordia transformadora; pedimos a la comunidad internacional que vea de forma estructural el tema migratorio que va mucho más allá del drama del Darién, para poder servir de mejor manera y construir juntos otro mundo posible, ese que nosotros llamamos como creyentes: el reino de Dios”.