España

Manuel Barbero: “El Gobierno y la Iglesia se están peleando como niños, nos están utilizando”

  • El presidente y fundador de la asociación de víctimas Mans Petites, valora su asistencia a las reuniones en Moncloa y la Conferencia Episcopal
  • “El Estado ha de funcionar como mero observador y mediador, no puede obligar por decreto a crear una comisión para las víctimas de la Iglesia sin contar con la Iglesia”, asegura el hombre que logró el primer plan de reparación extrajudicial





“Esta crisis se está abordando mal desde el principio. Ni la Iglesia ni el Gobierno tienen razón, se están peleando como niños pequeños para ver quién se lleva el gato al agua”. Es la reflexión que comparte con ‘Vida Nueva’ Manuel Barbero, fundador de Mans Petites, una de las asociaciones de referencia en el ámbito del acompañamiento a las víctimas de abusos sexuales.



Barbero ha participado, tanto en la reunión que convocaron los obispos y religiosos el viernes 21 de junio como al encuentro que organizó ayer el ministro de la Presidencia Félix Bolaños. Su balance es claro: “Ninguno está poniendo de verdad a las víctimas en el centro. Nos están utilizando”, sentencia Barbero, que habla con conocimiento de causa sobre los planes de reparación previstos por unos y otros.

Experiencia de largo recorrido

No en vano, Mans Petites se convirtió en el primer colectivo de víctimas en España en culminar, de la mano de los maristas, un proceso de reparación a víctimas que no pudieron acudir a la justicia ordinaria por la prescripción según la legislación vigente. Barbero se embarcó en esta aventura en 2016 después de liderar la batalla legal contra los abusos que se dieron en el colegio de Maristes Les Corts de Barcelona. Su hijo fue una de las víctimas que sufrió estas agresiones sexuales entre los 13 y los 15 años. 

Desde su experiencia, comparte que no hay fórmulas mágicas que “salen de la chistera”, pero sí unas orientaciones clave que él mismo fue forjando como los maristas: “La discreción y la lealtad son la base para crear un clima de confianza, si verdaderamente se quiere acompañar a las víctimas”.

El Estado como observador

Por eso, remarca que “el diálogo no tiene que ser entre el Gobierno y la Iglesia o viceversa, sino de la Iglesia con las víctimas”. “El Estado ha de funcionar como mero observador y mediador y no puede obligar por decreto que se cree una comisión para las víctimas de la Iglesia sin contar con la Iglesia”, apunta, sin que hasta la fecha ni los políticos ni los eclesiásticos le hayan pedido consejo en profundidad más allá de las dos reuniones informativas.

Luis Argüello, Félix Bolaños y César García Magán

Para el fundador de Mans Petites, “las indemnizaciones económicas son importantes, pero una verdadera reparación para una víctima es saber que se le reconoce como tal, que se le pide perdón de verdad, que se realiza un proceso para ella y con ella para que pueda ser sanada”.  “En nuestro caso, lo digo con toda honestidad, ayudó más que la institución llevara a cabo un perdón sincero y planteara un plan de prevención que cualquier cuantía que, subrayo, es necesaria pero no lo primordial”.

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