El sustituto de la Secretaría de Estado remató ayer su comparecencia como testigo ante el Tribunal Superior de Justicia de Reino Unido
El sustituto para Asuntos Generales de la Secretaría de Estado, Edgar Peña Parra, cerró ayer su comparecencia como testigo ante el Tribunal Superior de Justicia de Reino Unido. Y lo hizo, remarcando una vez más que la Santa Sede ha sido “víctima de un fraude grave”.
Y es que, desde el pasado jueves hasta ayer, el ‘ministro del Interior’ del Vaticano se ha sometido en Londres a un extenso y detallado interrogatorio para desvelar las claves de la compraventa de un edificio ubicado en la Sloane Avenue de la capital británica, una inmueble convertido en el epicentro del conocido como ‘caso Becciu’, la operación de malversación de mayor gravedad descubierta y juzgada por la Santa Sede hasta la fecha.
Ahora, el caso forma parte de un juicio civil cuya vista oral se extenderá hasta el 18 de julio. Fue el financiero Raffaele Mincione, uno de los condenados por el Tribunal Vaticano, quien abrió un proceso en los tribunales británicos para intentar demostrar que actuó “de buena fe”. En un intenso careo mantenido con Charles Samek, abogado defensor de Mincione, Peña Parra sentención que “no estoy de acuerdo con nada”. “Esta es su versión de las cosas”, aseveró el sustituto de la Secretaria de Estado, desmontando con argumentos cada una de las acusaciones lanzadas contra el Vaticano.
Peña Parra incluso llegó a tirar de ironía cuando el abogado dejó caer en un momento dado el pago 200 millones pagados en 2014 una Sicav en Luxemburgo. “No estaba en el Vaticano, llevaba una vida feliz en Mozambique”, respondió el diplomático vaticano.