El Dicasterio para la Doctrina de la Fe ha hecho público el juicio negativo y definitivo de los cardenales miembros, que en 1974 acordaron por unanimidad declarar no sobrenaturales las supuestas apariciones de ‘Nuestra Señora de todos los Pueblos’ en Ámsterdam, una decisión aprobada por Pablo VI.
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“En el pasado, el Dicasterio”, se lee en el comunicado difundido el jueves 11 de julio y recogido por Vatican News, “no solía hacer públicas las decisiones sobre supuestos fenómenos sobrenaturales, pero ante las persistentes dudas suscitadas sobre las supuestas apariciones y revelaciones de los años 1945-1959 en Ámsterdam y relacionadas con la devoción de la ‘Señora de todos los Pueblos’, el Dicasterio para la Doctrina de la Fe hace público el resultado de la Sesión Ordinaria de la entonces Sagrada Congregación para la Doctrina de la Fe, celebrada el 27 de marzo de 1974″. Así, se decidió, en cuanto a la resolución doctrinal, que “no consta de supranaturalidad”, y que no sería preciso investigar ulteriormente el fenómeno.
Estas decisiones, prosigue el comunicado, “fueron aprobadas por el Santo Padre Pablo VI, durante la audiencia concedida al Prefecto de la Sagrada Congregación para la Doctrina de la Fe, Card. F. Šeper, el 5 de abril de 1974. Todo ello se comunica para que el santo Pueblo de Dios y sus Pastores saquen las debidas consecuencias”.
Antes de las nuevas normas, que entraron en vigor el pasado mes de mayo, el Dicasterio solo comunicaba al obispo lo que se decidía formalmente, y como mucho se publicaba una noticia más genérica. Ahora, en cambio, para despejar cualquier confusión, se hace pública la decisión aprobada por el Papa, y en este caso se trata del juicio más negativo, que afirma que no es sobrenatural, y que sigue estando previsto en las nuevas normas. Un juicio que “debe basarse en hechos y pruebas concretas y probadas” que atestigüen la no autenticidad del supuesto fenómeno.
El 25 de marzo de 1945, en el 600 aniversario del milagro eucarístico de Amsterdam, Ida Peederman contó que había visto a Nuestra Señora presentándose ante ella con el título de “Señora de todos los Pueblos”. Nacida en Alkmaar en 1905, última de cinco hermanos, Ida quedó huérfana a los ocho años y poco después se trasladó con su familia a Ámsterdam, donde permaneció hasta su muerte en 1996.
A la supuesta aparición del 25 de marzo siguieron 55 apariciones más, que continuaron hasta 1959. En el espacio de 14 años, la Virgen, según el relato de Ida, le reveló con antelación varios acontecimientos, entre ellos la muerte de Pío XII, y le mostró su propia imagen, que más tarde fue pintada por el pintor Heinrich Repke basándose en la descripción de la supuesta vidente. Hoy, esa imagen se conserva en una capilla construida en 1973 en el número 3 de la calle Diepenbrockstraat, en una zona residencial del sur de Ámsterdam.
Decisión de Pablo VI
En 1956, el entonces obispo de Haarlem-Ámsterdam, Johannes Petrus Huibers, había declarado con respecto a las apariciones marianas que “non constat de supernaturalitate”. Un juicio que adquirió mayor peso en mayo de 1974 por la entonces Congregación para la Doctrina de la Fe (CDF), que sancionó el juicio negativo definitivo “constat de non supernaturalitate” con la aprobación personal del papa Pablo VI.
En 1996, el sucesor de Huibers, Henny Bomers, en consulta con la Santa Sede, había consentido el culto a la “Señora de todos los Pueblos”, pero sin reconocer las supuestas apariciones. Por el contrario, su sucesor, monseñor Jos Punt, reconoció la autenticidad en 2002, pero sin consultar a la Santa Sede. Tres años más tarde, en 2005, la CDF suprimió algunas palabras de la oración que supuestamente la Virgen María había dejado a Ida Peerdeman, ya que no se ajustaban a la doctrina católica.
Finalmente, el 30 de diciembre de 2020, el nuevo obispo de Haarlem, Johannes Hendriks, “tras haber consultado a la Congregación para la Doctrina de la Fe y de acuerdo con ella”, afirma que “el uso del título Señora de todos los Pueblos para María es en sí mismo teológicamente lícito”; sin embargo, “el reconocimiento de este título no puede entenderse como un reconocimiento, ni siquiera implícito, de la sobrenaturalidad de ciertos fenómenos”, ya que la Congregación había emitido a este respecto “un juicio negativo”, que fue “aprobado por Pablo VI” en 1974.
Entre los diversos mensajes que la Virgen dejaría a Ida estaría la petición de que la Iglesia reconociera el dogma de María como “corredentora”. La petición se remontaría al 8 de diciembre de 1952. Al respecto, se puede recordar lo que el Papa Francisco ha dicho en al menos dos ocasiones: el 3 de abril de 2020, en la homilía de la misa matutina presidida en la Casa Santa Marta, el Pontífice dijo: ‘La Virgen no quiso quitarle ningún título a Jesús… No pidió para sí ser cuasi-redentora o corredentora: no. El Redentor es uno y este título no se duplica”. Afirmación reiterada en la audiencia general del 24 de marzo de 2021: “Cristo es el único Redentor: no hay corredentores con Cristo”.