El español Miguel Garaizabal está involucrado en la pastoral penitenciaria
Dos meses después de que terminara el juicio de Daniel Sancho en Tailandia por el asesinato de Edwin Arrieta, han salido a la luz nuevas imágenes del paso del padre del acusado, el actor español Rodolfo Sancho, por el país asiático.
Y es que casi un año después de que saltase a los medios la noticia del crimen, el programa ‘Socialité Club’ ha hablado con el Miguel Garaizabal, misionero jesuita español instalado en Tailandia, con el que se puso en contacto el actor después de lo ocurrido.
Dicho programa ha conseguido hablar con el sacerdote, que se dedica a visitar a presos en las cárceles y que ha explicado cómo surgió la llamada que le hizo Rodolfo Sancho. “Era por la noche, fue una llamada corta y me dijo si podía ir. Le dije que me quedaba lejos y que no podía ir a verlo. Me dio pena porque mis posibilidades de ayuda son complicadas”, explicó el jesuita.
“Me dio la impresión que entendió lo que pasaba”, ha añadido Garaizabal. “Nunca me dijo que su hijo era inocente. Él está aturdido y en la Luna”.
Además, el jesuita vaticina el fallo de la justicia, que aún se desconoce. De hecho, considera que no le condenarán a pena de muerte. “Seguramente le darán cadena perpetua. Pero la cadena perpetua aquí no es perpetua. Al año o a los dos años, si te portas bien, te la rebajan a toda la vida, que son cincuenta años, y luego te la vuelven a rebajar, porque cada año se dan amnistías. Y entonces te van rebajando la pena hasta que, por fin, a los ocho-nueve se te termina la condena”, explica.