El director de la Academia Internacional de Líderes Católicos, José Antonio Rosas, defendió esta tarde que “la Iglesia se mete en política en tanto que todos somos responsables del bien común”. Este fue el punto de partida de su intervención en la jornada de apertura del IX Diplomado Internacional de Doctrina Social que acoge la Saint John’s University, de Nueva York, hasta el próximo 27 de julio.
- WHATSAPP: Sigue nuestro canal para recibir gratis la mejor información
- PODCAST: Los goles al estilo ‘Fratelli tutti’
- Regístrate en el boletín gratuito y recibe un avance de los contenidos
“La Iglesia, como pueblo de Dios, no solo tiene derecho, sino obligación de meterse en los asuntos públicos porque la fe tiene consecuencia en la vida social”, expuso el docente mexicano, que añadió que “una Iglesia que nos aliena de los demás es artificial, no es auténtica”.
Ser un mal cristiano
En este sentido, remarcó que “la Iglesia no puede permanecer en silencio cuando está en juego la dignidad del ser humano”. “Un cristiano que permanece callado ante las injusticias, es un mal cristiano”, añadió justo después. De la misma manera, comentó que “la Iglesia crece por atracción y por la experiencia directa de relación con Jesús, por eso no podemos apostar por vías proselitistas”.
“Estamos en una sociedad plural y secularizada, debemos entrar en el debate público con sencillez y humildad, con valentía y audacia”, expresó Rosas, tomando como eje vertebrador la encíclica ‘Fratelli tutti’ de Francisco.
Al ahondar en el texto magisterial, detalló que “el paradigma de la batalla cultural, que es legítimo, al interior de la Iglesia no es válido”. “Es cierto que hay una ataque a nuestros valores desde algunos ámbitos desde la izquierda, pero eso no justifica adentrarse en esa batalla. Como alternativa, Francisco nos plantea el samaritano como base para la acción social y la mejor política”, resumió.
Más allá de las opciones políticas
“Es repulsivo que yo use el rosario o a la Virgen de Guadalupe para conseguir votos, no podemos usar los símbolos religiosos para obtener un rédito político”, señaló. En este sentido, el director de la Academia de Líderes compartió que “la Iglesia no se puede identificar con una opción política, tiene que haber católicos en todas las opciones políticas”.
“El cristianismo no es una lista de guerras para acabar contra unos y otros ni una enciclopedia de contenidos y valores, el cristianismo es una apertura a la sorpresa de Dios”, comentó parafraseando al pontífice argentino. “Sin el encuentro personal con Jesús, el cristianismo lo convertimos en una ideología de derechas o de izquierdas. Es válido tener ideología, pero la fe no es ni puede ser ideología”, sentenció Rosas. En esta línea, expuso que “en la Iglesia no vale es uso de una distinción entre buenos y malos, todos somos hermanos”.