El cardenal Felipe Arizmendi advierte de un caos antropológico en México

El cardenal mexicano cuestionó que algunas personas prefieran tener “perros, gatos, pericos o especies exóticas”, y no quieran tener hijos, por ejemplo

El cardenal Felipe Arizmendi Esquivel, obispo emérito de San Cristóbal de las Casas y responsable de la Doctrina de la Fe en la Conferencia del Episcopado Mexicano (CEM) lamentó el caos antropológico en el país.



Tras recordar que, en México, si alguien maltrata a un animal debe pagar una multa o ir a la cárcel, pero si mata a un ser humano en el seno materno, eso se considera un derecho, el cardenal mexicano lamentó que a los ministros de la Suprema Corte de Justicia no les importa el derecho del ser humano no nacido a vivir, “siendo que es víctima, inocente e indefenso”.

“Esto es un caos antropológico, pues se defienden unos derechos y se vulneran otros, igualmente o más dignos. Y si nosotros decimos algo en contra, nos tachan de conservadores, trasnochados, enemigos de las mujeres”, explicó.

El desprecio a los pobres

También cuestionó cómo algunas personas prefieren tener “perros, gatos, pericos o especies exóticas”, y no quieran tener hijos. “Es un caos antropológico -agregó el cardenal- que se desprecie a indígenas, campesinos, pobres, afromexicanos, migrantes, indigentes, minusválidos, presos, alcohólicos, drogadictos, sólo por su apariencia externa y pobreza”.

caravana migrante

Caravana migrante en CDMX (2021). Foto: EFE

Además, calificó como un “desequilibrio humano” que haya quienes “defienden a capa y espada” las especies en proceso de extinción, la vegetación y la ecología, “y esto con razón”, pero “no apoyan con igual o más fuerza la defensa de la vida humana; no promueven programas de desarrollo para los marginados; no hacen lo posible por detener las guerras que destruyen vidas humanas y defienden la libre venta de armamentos”.

Y agregó: “es un caos antropológico que se defienda como derecho poder cambiar de sexo, incluso siendo menores de edad sin consentimiento e información de sus padres, a pesar de estar genética y biológicamente determinados por nuestra genitalidad”.

Explicó que las personas con diferentes tendencias sexuales son dignas de respeto y no deben ser menospreciadas de ninguna forma, incluso, debe legislarse y sancionarse a quien haga lo contrario; “pero eso no significa que sea lo mismo ser varón o mujer, o que un varón que se considera mujer quiera vivir y participar en la sociedad y en los deportes como mujer”.

Apuntó: “Lo que es, es, aunque muchos digan lo contrario. Si no respetamos la naturaleza humana, caemos en un caos”.

Una crisis antropológica en todos los aspectos

Los obispos mexicanos, en el Proyecto Global de Pastoral 2031+2033 (PGP), advierten de “signos de una crisis antropológico-cultural en la transformación cultural, la economía, el relativismo, la reducción de la ecología a lo material, las tecnologías de la comunicación, el arribo de inéditas espiritualidades, la crisis de sentido, la migración forzada, nuevas ideologías que afectan a la familia, el rol de la mujer”.

Por ello, el cardenal Felipe Arizmendi llamó a destacar, en los espacios eclesiales de evangelización y catequesis, “una formación antropológica cristiana de manera integral y sistemática, presentando con claridad la persona de Jesucristo, como modelo del ser humano, desde una perspectiva kerigmática. Generar espacios de encuentro, diálogo y trabajo con otros actores de la sociedad, para colaborar en la reconstrucción de la dignidad de las personas y el tejido social de nuestro país”, como también señala el documento del PGP 2031-2033.

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