“La paz es la mayor necesidad, urgencia y aspiración de cualquier humano y de la humanidad”. Con este punto de partida, Mario Paredes se dirigió esta mañana a los 125 participantes de 22 países presentes en el IX Diplomado sobre Doctrina Social que se celebra a lo largo de esta semana en la Saint John’s University de Nueva York. Organizado por la Academia de Líderes Católicos, este itinerario formativo cuenta con el apoyo de la revista ‘Vida Nueva’.
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El presidente ejecutivo de Somos Community Care se mostró convencido de que “si el desarrollo es el nuevo nombre de la paz, el subdesarrollo latinoamericano, es una injusta situación promotora de tensiones que conspiran contra la paz”. Paredes expuso que Latinoamérica “pasa por un proceso social que podríamos llamar de decadencia en muchos aspectos: sociales, políticos, económicos…, sin que se produzca un futuro de soluciones estructurales y radicales”. Para este filósofo que durante tres décadas dirigió las operaciones de la Conferencia Católica de los Obispos de los Estados Unidos en la región noroeste, lamentó cómo la corrupción administrativa “campea con dimensiones incalculables con el agravante de la impunidad que genera”.
La corrupción como cáncer
“La corrupción, como un cáncer, devora todas las instituciones del sector público, pero también en el ámbito privado”, lamentó, convencido de que lleva consigo una “pérdida de valores morales y búsqueda de beneficios personales en lugar de la búsqueda de bien común en los gobiernos de turno”.
Paredes repasó algunos de los asuntos que están quebrando la paz en el continente, entre los que destacó las dictaduras totalitarias, el narcotráfico y la trata de personas que causan “inseguridad e inestabilidad en todos los campos del quehacer social y de la convivencia ciudadana diaria”. No se olvidó de alertar de “la ignorancia y la indeferencia religiosa” que “lleva a muchos a claudicar de los valores morales y encerrarse en un determinado ritualismo”.
Frente a ello, el presidente de Somos Community Care reclamó la necesidad de “una convivencia social fraterna donde se tutelen los derechos humanos”, así como “cambios estructurales que garanticen una vida justa para la mayoría” y una “participación libre en los procesos políticos”.
“Formación y acción” son para Mario Paredes las dos herramientas principales con la que cuenta los católicos, sean los sacerdotes, religiosos o laicos, “para hacer realidad la paz social, con una evangelización con inteligencia”. “Sin formación, fracasaremos con cualquier plan pastoral”, subrayó.