El primer ministro, Luc Frieden, ha asegurado que el Estado no pagará “ni un euro” a la organización hasta que se resuelva la situación
61 millones de euros. Esta es la millonaria cifra que ha malversado un empleado de Cáritas Luxemburgo. Tal como recoge la Agencia Católica de Noticias (KNA), la justicia está investigando lo sucedido, mientras que la archidiócesis de Luxemburgo aún no ha querido hacer declaraciones sobre el caso.
Quien sí ha hablado ha sido el primer ministro Luc Frieden, quien subrayó al Luxemburger Wort que el Estado no pagará “ni un euro” a Cáritas hasta que se resuelva la situación. Asimismo, señaló que aún no se sabe exactamente quiénes ni cuántas personas estuvieron involucradas en el robo.
Tal como afirma el mismo medio de comunicación, apenas una semana después del inicio de la investigación ya ha sido detenida una persona de la cual no ha trascendido su nombre ni su cargo. “El gobierno no confía en las estructuras actuales. Exigimos un administrador interino que sea nuestra persona de contacto”, añadió Frieden.
Por su parte, Caritas Luxemburgo ha afirmado en un comunicado que una auditoría debería mostrar “cómo fue posible una malversación de fondos de esta magnitud y durante un período de casi seis meses”. También hubo pedidos de dimisión del director de Caritas, Marc Crochet, en las redes sociales, quien, en una entrevista con la emisora RTL, afirmó que habían sido “engañados y utilizados”.