Pidieron recordar los nombres e historias de los que se están buscando, apoyar a las familias, exigir justicia para víctimas y voluntad política para erradicar la trata
El Departamento contra la Trata de Personas y Delitos Conexos de la diócesis de Quilmes se sumó al reclamo que realizara la Comisión Ejecutiva de la Conferencia Episcopal Argentina donde aborda el flagelo de la trata de personas, y a la propuesta de orar por la aparición de Loan y otros chicos desaparecidos.
Estimaron que como país que valora la dignidad y la libertad no pueden cerrar los ojos ante la realidad de aquellos que fueron privados de su derecho más básico: ser libres.
“La trata de personas no es solo un crimen; es una profunda violación de los derechos humanos. Afecta a los más vulnerables de nuestra sociedad, especialmente mujeres y niños y niñas, quienes son explotados para fines de trabajo forzado, esclavitud sexual y otras formas de explotación. Estas personas son invisibilizadas, sus voces silenciadas y sus vidas vaciadas de toda dignidad”, señaló el equipo de trata de la iglesia quilmeña.
Creen que lo más doloroso es que estos crímenes se dan en democracia, “en nuestras propias narices”. Más allá de querer ser un país libre y con un poder judicial que imparta justicia, hay adolescentes, y niños que desaparecen cada día, víctimas de redes de trata que “operan con impunidad porque quienes nos deberían cuidar, en muchos casos son parte de este flagelo”.
Se cuestionaron, entonces: ¿Es posible que en democracia todavía tengamos desaparecidos? ¿Es posible que familias enteras vivan en la angustia de no saber el paradero de sus seres queridos? Y se preguntaron: quién los busca y quién contiene a las familias en su dolor.
Los miembros del equipo creen que se deben, tanto recordar los nombres y las historias de todos los que han desaparecido como apoyar a las familias y exigir justicia para víctimas.
Específicamente, sobre el caso Loan replicaron otras consultas: cómo puede un niño de 5 años estar desaparecido desde hace 40 días, sin tener pistas ni huellas ni señal que lleve a la justicia y familiares a su encuentro. “¿Cuál es la connivencia existente entre la red delincuencial mafiosa y el poder político o policial?”, objetaron.
Agregaron que el Señor preguntaría: “¿Dónde está tu hermano o tu hermana, donde están los niños y niñas desaparecidos?”
El equipo de Quilmes sostuvo que se necesita una firme voluntad política para erradicar la trata. La propuesta es con su oración y presencia:
Finalmente, reclamaron: “No seamos indiferentes, Argentina necesita ser un país, donde la libertad y la dignidad sean verdaderamente respetadas. Puedes mirar hacia otro lado, pero nunca puedes volver a decir que no sabías”.