El cardenal Ouellet: “Situar a los pobres en el corazón de la Agenda 2030 es una prioridad de la Iglesia y del papa Francisco”

El prefecto emérito del Dicasterio para los Obispos pronuncia la conferencia de clausura del IX Diplomado sobre Doctrina Social de la Academia de Líderes Católicos

El cardenal Ouellet, en la Academia de Líderes

El cardenal Marc Ouellet está convencido de que “situar a los pobres en el corazón de la Agenda 2030 es una prioridad de la Iglesia y del papa Francisco, conforme a los principios fundamentales de la Doctrina Social”. El prefecto emérito del Dicasterio para los Obispos fue el responsable de pronunciar la conferencia de clausura del IX Diplomado sobre Doctrina Social organizado por la Academia de Líderes Católicos. La Universidad de Saint John de Nueva York ha acogido este encuentro formativo que ha contado con 125 participantes de 22 países y que ha contado con la colaboración de ‘Vida Nueva’.



El eje vertebral de la ponencia del purpurado canadiense fue la vinculación entre sacramentalidad de la Iglesia y fraternidad universal, que se traduce en cómo impulsar el compromiso social de los cristianos hoy. Ouellet escogió la encíclica ‘Fratelli tutti’ como eje vertebrador de sus palabras, calificándolo como “documento profético que anticipó soluciones a la problemática actual” en tanto que plantea “el sueño evangelizador de una humanidad fraterna”.

Programas coherentes

El cardenal Ouellet defendió que “la Iglesia colabora activamente para apoyar las prioridades planetarias a favor de la persona humana, para fomentar estilos de vida sobrios, programas sociales y políticos coherentes con una ecología integral y un desarrollo sostenible que mejore realmente la suerte de los más pobres”.

El cardenal Ouellet, en la Academia de Líderes

El cardenal Ouellet, en la Academia de Líderes

La Doctrina Social de la Iglesia va más allá del ámbito de las ciencias humanas, porque integra sus análisis y medios en el marco de la antropología teológica, con su dimensión espiritual y sus imperativos morales”, comentó.

“Desgraciadamente -añadió el prefecto canadiense-, estos principios están siendo actualmente descartados sobre el terreno por el estallido de nuevas guerras en Ucrania y Oriente Medio, que exacerban las tensiones geopolíticas, hacen retroceder las prioridades ecológicas y empeoran aún más la situación de los pobres”.

Crecimiento de la sociedad

Por ello, denunció que “el beneficio no puede ser el criterio supremo de la actividad económica, ni el respeto panteísta a la ‘naturaleza’ la base de la ecología, sino que debe ser el hombre y la mujer, su dignidad y su realización, según su capacidad de participar en el crecimiento de la sociedad en todos sus aspectos, económicos, ecológicos, sociales y espirituales”.

Es más, Ouellet lamentó que “venimos constatando con tristeza que la humanidad está tirando por la borda logros de gran valor y que una nueva cultura de la guerra, del odio y de la muerte está dando paso a un enorme retroceso para la civilización del amor promovida por la Iglesia”.

Desde ahí, hizo un llamamiento a los participantes del diplomado a “motivar a las comunidades cristianas a secundar encarecidamente la orientación del magisterio eclesial en materia económica, ecológica y social” para “encarnar la visión cristiana en el marco de la Agenda 2030”.

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