La Administración del Patrimonio de la Sede Apostólica (APSA) ha presentado hoy el balance correspondiente al año 2023 tras ser aprobado por los órganos de control, en el que se recogen unos beneficios de 45,9 millones de euros.
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Este saldo positivo ha permitido a la APSA contribuir con 37,9 millones de euros a la misión del Papa apoyando a la Curia romana (en 2022 habían sido 32,27 millones de euros), y aumentar su patrimonio en 7,9 millones de euros.
“Estos resultados se han logrado con la convicción de que tenemos que trabajar constantemente para aumentar el flujo de ingresos, para cubrir los gastos, sin afectar al patrimonio de la Santa Sede y sin prever la venta de propiedades inmuebles institucionales”, explicó a Vatican News el arzobispo salesiano Giordano Piccinotti, presidente de la APSA.
Administración de valores y gestión inmobiliaria
Por un lado, en lo que respecta a la administración de valores, el ejercicio 2023 arroja unos ingresos de 27,6 millones de euros. “Esta gestión se realizó persiguiendo fines no especulativos, de bajo riesgo y de probado impacto social, según la Doctrina Social de la Iglesia”, han señalado.
Por otro lado, en lo que se refiera a la gestión inmobiliaria, hay un superávit de 35 millones de euros (frente a ingresos de explotación de 73,6 millones de euros).
Tanto en Italia como en el extranjero, la APSA gestiona más de cinco mil inmuebles. En Italia administra 4.249 propiedades, de las que el 92% están en la provincia de Roma. La mayor concentración se encuentra en las zonas inmediatamente adyacentes al Estado de la Ciudad del Vaticano. Hay aproximadamente 1.200 propiedades más gestionadas en el extranjero (Londres, París, Ginebra y Lausana).