“Si la gente se ha sentido ofendida, por supuesto que lo lamentamos mucho, mucho”. Estas son las palabras con las que la organizadora de los Juegos Olímpicos París 2024, Anne Descamps, se disculpaba ayer después del rechazo global de la Iglesia católica y de otras confesiones cristianas a la escena de la ceremonia inaugural.
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Descamps salió en defensa del dramaturgo francés Thomas Jolly, que fue el director del espectáculo ofrecido el pasado viernes: “Intentó celebrar la tolerancia comunitaria. Creemos que consiguió este objetivo”. A la par, señaló que “está claro que nunca hubo ntención de mostrar falta de respeto a ningún grupo religioso”. Con esta reflexión, los organizadores salían al paso de la condena expresa de la Conferencia Episcopal Francesa que se refirió a ese momento de la ceremonia como “escenas de burla y mofa del cristianismo”.
Mensaje de amor
El propio Jolly también salió al paso, al asegurar que “no quiero ser subversivo, ni burlarme ni escandalizar”. “Sobre todo, quería enviar un mensaje de amor, un mensaje de inclusión y en absoluto de división”, comentó sobre la polémica performance.
#JuegosOlímpicosParís2024
Los Obispos franceses deploran las escenas de burla al cristianismo en la ceremonia inaugural de los JJOO.
En un comunicado de prensa, la Conferencia Episcopal Francesa elogia los «maravillosos momentos de belleza y alegría, ricos… pic.twitter.com/HfNyXrkrNa— José Ángel Saiz Meneses (@ArzobispoSaiz) July 27, 2024
En estas últimas horas los musulmanes suníes se han unido a las críticas a la ceremonia. La institución religiosa egipcia de Al Azhar, condenó este domingo “las escenas de falta de respeto a Cristo”. “Faltar al respeto a Jesucristo o a cualquiera de sus compañeros profetas es un acto de extremismo y barbarie temeraria“, afirmó Al Azhar en un comunicado, en el que advirtió “del peligro de explotar acontecimientos mundiales para normalizar la falta de respeto a la religión y promover la homosexualidad y la transexualidad”.