A partir de la crisis política e institucional desatada tras los cuestionados resultados electorales en Venezuela, que dan como ganador a Nicolás Maduro, los focos del mundo apuntan en esta nación.
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La Iglesia venezolana ha fijado posición: verificación de resultados –incluyendo actas de escrutinio del sobre #1 – de tal manera contrastar con los de la oposición y así garantizar la paz social. Un pedido que comparten además gobiernos cercanos al chavismo como el de Brasil, Colombia y México.
Este sábado 3 de agosto tanto el chavismo como la oposición han convocado marchas en Caracas para medir fuerzas. Se respira un ambiente de tensa calma.
Desde América Latina y el Caribe, no han faltado expresiones de solidaridad. Por ejemplo, desde la Confederación Latinoamericana de Religiosos (CLAR) “abraza y acompaña a las/os venezolanos y a la Vida Religiosa que peregrina en este país, y pide que la Paz y la Justicia abrace la búsqueda del bien común”.
Mientras que el Episcopado chileno ha señalado que “la cuestionada transparencia del resultado de las elecciones” ha causado “gran incertidumbre sobre el futuro” tanto a venezolanos como extranjeros.
Solidaridad de obispos latinoamericanos
El Consejo Episcopal Latinoamericano y Caribeño (Celam) se ha unido a sus colegas y hermanos de Venezuela en estos momentos difíciles recordando que “¡es Cristo mismo quien sostiene nuestro país!”.
“Que el desaliento y la desesperanza no encuentren lugar en la vida del cristiano”, sostuvieron, mientras que han encomiado las iniciativas de varios episcopados en fomentar jornadas de oración por este país.
Recordaron que muchas comunidades “se están movilizando en espíritu de oración”, al tiempo que “acompañamos estas expresiones de fraternidad con el pueblo venezolano y animamos a seguir pidiendo a Dios, Señor de la historia, que ilumine el camino de Venezuela hacia la paz, justicia y el bien común”.
Miles de venezolanos han salido a las calles. Foto: EFE
Fe y esperanza
Colombia, por su parte, ha organizado una jornada de oración por partida doble: por el “recrudecimiento de la violencia por causa del conflicto interno colombiano y la incertidumbre frente al proceso electoral venezolano”.
Un problema que repercutirá en los próximos meses de no llegarse a una transición pacífica en el vecino país, por eso, los obispos colombianos han pedido “a todos los fieles unirse el domingo, 4 de agosto, a esta iniciativa de fe y esperanza”.
Una plegaria con la que buscan estrechar “los lazos de fraternidad y se incentiven los esfuerzos y acciones que favorezcan la solución de su preocupante contexto social y político”.
“En horas de angustia y desolación el salmista, lleno de esperanza en la intervención divina, entona este cántico que hoy repetimos para Venezuela y Colombia: «El Señor da fuerza a su pueblo»”, han señalado.
Concordia en momentos cruciales
Los obispos dominicanos siguen muy atentos los acontecimientos, por ello, “movidos por los lazos de comunión que nos unen con la Iglesia y el pueblo venezolano” se han solidarizado con este pueblo.
Han recordado que esta nación suramericana “acogió a tantos dominicanos, incluyendo a nuestro prócer más insigne, Juan Pablo Duarte”, por ello, hacen votos por “la paz y la concordia en estos momentos cruciales”.
“Hacemos un llamado ferviente a la paz, a la reconciliación y, sobre todo, al diálogo como vía esencial para lograr el entendimiento mutuo y el fortalecimiento de la democracia en Venezuela”, apuntaron.
Por supuesto, anhelan que “prevalezca la justicia y el bienestar para todos los venezolanos”. Por este motivo, también convocaron a una jornada nacional de oración por Venezuela, “pidiendo por la paz y el respeto de los derechos humanos en Venezuela” para el 4 de agosto.
