En un nuevo capítulo de la persecución a la Iglesia católica por parte del gobierno de Nicaragua, al menos diez sacerdotes han sido detenidos en los últimos días; siete de ellos fueron arrestados este 2 de agosto.
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Según medios disidentes locales, la mayoría de los sacerdotes arrestados pertenecen a la Diócesis de Matagalpa.
Ellos son: Jairo Pravia y Víctor Godoy, párroco y vicario de la iglesia Inmaculada Concepción, respectivamente; Marlon Velásquez, administrador de la iglesia Santa Lucía; Antonio López, párroco de Nuestro Señor de Veracruz; Raúl Villegas, de la iglesia Nuestra Señora de Guadalupe; Francisco Tercero, párroco de Santa Faustina Kowalska, y Silvio Romero, de la iglesia San Francisco de Asís. También fue detenido el diácono Diácono Erwin Aguirre, de la iglesia Nuestro Señor de Veracruz.
La persecución contra la Iglesia católica tiene su origen en 2018 cuando los obispos y sacerdotes nicaragüenses cuestionaron la represión del gobierno de Ortega contra la oposición social a una reforma al sistema de seguridad social.
Sin información oficial sobre las detenciones
A partir de entonces, varios sacerdotes y el obispo Rolando Álvarez fueron arrestados y posteriormente expulsados del país. Otro número desconocido de sacerdotes y obispos han huido del país ante el hostigamiento de la Policía Nacional.
A los siete sacerdotes detenidos este viernes se suma el arresto, el 27 de julio, del sacerdote de casi 80 años, Frutos Constantino Valle Salmerón, administrador ‘ad Omnia’ de la Diócesis de Estelí, y el de dos más, en plena fiesta religiosa de Santo Domingo de Guzmán, el 1 de agosto.
Hasta el momento las autoridades no han dado información sobre las causas de estás detenciones ni del paradero de los ministros.
Recientemente, también un área de investigación de la ONU difundió un informe donde revelaba el trato denigrante al que son sometidos los religiosos en las prisiones nicaragüenses