El Episcopado pone en marcha una campaña para defender que no se formen grupos con alumnos de cursos diferentes
Los obispos polacos han hecho un llamamiento a sus fieles ante el cambio anunciado para la enseñanza religiosa en las escuelas anunciado por el gobierno. “Pedimos a todos que participen en la campaña ‘Sí a la religión en la escuela’ en defensa de la enseñanza religiosa”, reclamó el obispo auxiliar y administrador apostólico de la diócesis Łowicz, Wojciech Osial, del comité de educación de la Conferencia Episcopal. Y es que la reforma prevé que la materia se imparta conjuntamente en varios cursos.
En concreto, desde el próximo curso se deberán combinar los alumnos que hayan elegido la asignatura de religión de diferentes cursos si en uno de ellos hay menos de 7 alumnos que hayan optado por la materia confesional. Así lo ha establecido de forma sorpresiva un decreto firmado en estos días por la ministra de Educación, Barbara Nowacka perteneciente al partido liberal de la izquierda. En él se establece que pueda formarse un grupo con alumnos de 1º a 3º, otro de 4º a 6º y otro de 7º y 8º.
Esta medida, para los obispos es “perjudicial e incluso discriminatoria” e incluso viola los principios pedagógicos y provoca graves problemas en la aplicación del programa de enseñanza, según recoge una noticia de la agencia KNA. Además, denunció Osial, la ministra ha hecho estos cambios “sin el acuerdo legalmente exigido con la Iglesia” –ya que la materia está reflejada en el concordato entre la República de Polonia y la Santa Sede–, lo que supone un “hecho muy triste” ya que el ministerio no ha contado con las opiniones y demandas de las diferentes comunidades religiosas.
Más de 4.000 personas han firmado en Internet la campaña “Sí a la religión en la escuela” durante los primeros compases de esta que denuncia también que a partir del curso 2025/26 se haya reducido a una hora de educación religiosa a la semana, en lugar de las dos horas actuales. La ministra justificó la medida diciendo que no era normal que los alumnos recibieran más clases de religión que de ciencias.