En su mensaje al concluir su 128 Asamblea Ordinaria, los obispos costarricenses lamentan lo que está viviendo la Iglesia en Nicaragua y en Venezuela
La Conferencia Episcopal de Costa Rica se refirió a la ‘triste’ situación actual en Nicaragua y Venezuela. De manera particular, los obispos pidieron al gobierno venezolano el respeto a la voluntad popular en las últimas elecciones, que han causado masivas protestas sociales.
“No se puede ignorar el clamor del pueblo por clarificar su resultado y buscar ante todo la verdad. Es necesario tender puentes, en vez de reprimir las legítimas y pacíficas protestas, para favorecer una transición democrática”, dijeron los obispos al concluir su 128 Asamblea Ordinaria, efectuada del 5 al 8 de agosto.
En su tradicional mensaje al Pueblo de Dios, también se refirieron a diversos temas de interés general, como la salud, la educación, la pobreza y la violencia, tópicos en los que -dijeron- se debe poner “a la persona en el centro” para tener una ciudadanía “educada, solidaria y responsable”.
Sobre la salud, los obispos ticos denunciaron las interminables listas de espera que llevan a posponer de manera peligrosa la atención necesaria, así como la carestía de las medicinas que impiden, para muchos, el acceso adecuado a ellas.
En cuanto a la crisis educativa, lamentaron las deficiencias en la formación de valores humanos y la falta de posibilidades de la educación como movilizador social, de distribución equitativa de oportunidades y de calidad de los conocimientos adquiridos por el estudiantado.
Para los obispos, las situaciones de desigualdad y la pobreza es otro de los problemas que aquejan al país, por lo que hicieron un llamado a fortalecer los vínculos familiares y los valores constitutivos de la sociedad.
Y añadieron: “La inseguridad ciudadana, la violencia, el narcotráfico y las distintas manifestaciones de crimen organizado siguen causando profundas heridas en nuestro pueblo. La desprotección de muchos de nuestros niños, de nuestros mayores, de los más necesitados. Las carencias deshumanizantes, las deficiencias de salud mental y tendencia al suicidio”.
Finalmente, confiaron en que, poniendo a la persona y su dignidad en el centro de todo lo anterior, Costa Rica irá hacia adelante, al tiempo que celebraron que están a punto de conmemorar en septiembre el bicentenario de la declaración oficial de Nuestra Señora de los Ángeles como Patrona de ese país.