En medio de fuertes cuestionamientos, tras la elección de Nicolás Maduro como presidente de Venezuela, quien aún no muestra las actas de votación que refrenden su victoria, el prelado español, Alberto Ortega Martín, entregó sus cartas credenciales como nuncio en este país.
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En un acto protocolar, realizado en el salón Sol del Perú, el nuevo nuncio – acompañado de Ignazio Ceffalia, encargado de negocios – entregó la documentación que lo acredita como diplomático en el país suramericano.
También participaron Yván Gil, canciller, y Cilia Flores, primera dama. No participó ninguna autoridad del Episcopado venezolano, quienes desde el 29 de julio – un día después de las elecciones – han exigido a Maduro “garantizar la transparencia de los resultados”.
De hecho, en su último mensaje insistieron en que se respete el resultado, porque “desconocer la voluntad popular es ilegal y éticamente inaceptable” y, además, pidieron que “cese la represión” contra quienes han salido a protestar pacíficamente.
Sin pronunciamiento oficial
Medios del Estado venezolano como VTV y Telesur han querido sacar partido de este momento, asegurando que “se impone así una nueva agenda de trabajo entre Venezuela y el Vaticano, siempre en el contexto del respeto a la autodeterminación de los pueblos”.
Sin embargo, ni desde la nunciatura ni desde la Conferencia de obispos ha habido un pronunciamiento oficial.
Salvo el último mensaje en el que los altos jerarcas han rechazado “el uso de la violencia en las manifestaciones públicas, la presencia y actuación junto a cuerpos policiales de civiles armados como mecanismo para disuadir la realización de la protesta pacífica ciudadana”.
Los obispos venezolanos también rechazaron “las restricciones a la libertad de expresión y movilización, las detenciones o allanamientos arbitrarios, el encarcelamiento de personas, muchas de ellas menores de edad, sin el debido proceso”.
¿Reconocimiento de Santa Sede?
Al ser consultado si este evento oficial se trataba de un reconocimiento de la Santa Sede a la victoria de Maduro, el experto vaticano Rixio Portillo, profesor de la Universidad de Monterrey, aseguró que esta entrega de credenciales “es solo un acto protocolar”.
Por tanto, no significa un reconocimiento al autoproclamado triunfo de Maduro, puesto que “actualmente él es un presidente en ejercicio, aunque también cuestionado”.
El laico venezolano ha destacado que el actual periodo del líder chavista “termina el 10 de enero de 2025”, por ende, “esto con Ortega solo fue a un acto protocolar de entrega de credenciales sobre un nombramiento que se hizo muchísimo antes de las cuestionadas elecciones”.
En esta ceremonia que duró alrededor de unos 25 minutos, Maduro le entregó un cuadro del beato José Gregorio Hernandez al Nuncio, mientras que el diplomático le regaló el libro, versión pasta dura, ¿Por qué tenéis miedo?¿aún no tenéis fe?: el Papa ante la pandemia.
Se trata de un texto inspirado en la oración urbi et orbi del 27 de marzo de 2020, mientras la pandemia del covid-19 golpeaba a casi toda la humanidad, cuando Bergoglio invitó al mundo a implorar ayuda y misericordia a Dios en aquella vacía plaza de San Pedro.
Foto: Prensa Presidencial